Esther Moreno, cosmetóloga: “Muchas personas llegan convencidas de que tienen la piel sensible, cuando lo que realmente ocurre es que han sobrecargado su piel de productos activos”

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La facialista afirma que es clave diferenciar entre la reactividad y la saturación para saber qué necesita la piel

Esther Moreno es facialista y cosmetóloga

Esther Moreno es facialista y cosmetóloga

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En la rutina de cuidado de la piel se pueden cometer errores que pueden afectar a la barrera cutánea. Usar un exfoliante demasiadas veces a la semana, ácidos que no dan respuesta a la necesidad de tu piel o sobrecargarla con una mezcla de productos y diferentes ingredientes son varias equivocaciones muy comunes.

“Muchas personas llegan convencidas de que tienen la piel sensible, cuando lo que realmente ocurre es que han sobrecargado su piel de productos activos, sin descanso ni estrategia”, señala la cosmetóloga Esther Moreno, que añade que es clave saber diferenciar entre reactividad y saturación para cuidar correctamente la piel.

Tratamiento en el centro Esther Moreno Studio

Tratamiento en el centro Esther Moreno Studio

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Aunque puede parecer que son lo mismo, la facialista explica que no lo son, puesto que pueden ser genética, ambiental o adquirida. “La piel reactiva es una condición: tiende a inflamarse, enrojecerse o molestar ante estímulos que, para otras pieles, pasarían desapercibidos”, dice la directora de EM Studio, que añade que la piel saturada es una consecuencia. “Una piel saturada no es una piel que necesita más cuidados, sino una que necesita parar”, apunta. En este caso, la saturación aparece cuando se han abusado de ingredientes como ácidos, retinoides, exfoliantes o combinaciones de activos potentes sin permitir a la piel descansar o regenerarse.

Hay varios indicadores para saber si la piel está saturada, como el ardor o escozor al aplicar productos que antes se toleraban sin problema o la aparición de rojeces e irritaciones sin causa aparente. También el aumento de productos en la rutina de skincare o notar que las cremas no funcionan pueden también ser claves.

Una piel saturada no es una piel que necesita más cuidados, sino una que necesita parar”

Esther MorenoCosmetóloga

En estos casos, muchas optan por cambiar de productos o buscar cosméticos más “calmantes”. Pero según Esther, lo que toca es justo lo contrario: “No se trata de seguir añadiendo, sino de volver a lo básico”. El primer paso es parar, suspender todos los activos fuertes como retinoides, exfoliantes químicos o vitamina C en altas concentraciones.

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La profesional también aconseja simplificar la rutina hasta los tres pasos esenciales: una limpieza suave, una hidratación equilibrante y protección solar. “Cuanto más minimalista sea tu rutina en esos días, mejor responderá la piel”, dice la experta.

La piel puede desarrollar irritación, rojeces o granos al comenzar a usar retinol.

Esther Moreno recomienda escuchar la piel para no saturarla de activos

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Otra recomendación es reparar el hidrolipídico. La clave está en restaurar la barrera cutánea usando ingredientes que refuercen la hidratación y el confort, como ceramidas, escualano, pantenol, probióticos cosméticos.

Moreno pide también que se escuche y se observe la piel para ver cómo reacciona. “No reintroduzcas tus activos de golpe. Cuando la piel vuelva a estar equilibrada, ve incorporando uno a uno, dejando días entre ellos. La piel habla. Si sabes observarla, ella te marca el ritmo”, explica.

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