En verano las personas se suelen ver mucho mejor gracias a su piel bronceada. Durante años se ha considerado el bronceado como sinónimo de vacaciones o salud, pero las expertas en dermocosmética recuerdan que el sol se debe tomar con mucha precaución y recuerdan que la piel se broncea para defenderse, desmintiendo que exista el bronceado seguro.
“El bronceado no es más que un mecanismo de defensa del cuerpo frente a una agresión: la radiación ultravioleta. No deberíamos perseguirlo, sino evitarlo. La prioridad tiene que ser siempre proteger la piel, no pigmentarla”, afirma Karla Pires, farmacéutica y responsable de calidad de Planet Skin.

Paula Echevarría con su look para ir a la playa
La experta afirma que para conseguir un bronceado bonito se deben tomar una serie de precauciones, la más importante, el protector solar. “Este producto no solo previene quemaduras, también protege frente al fotoenvejecimiento prematuro, las manchas, la pérdida de elasticidad y el cáncer de piel. Es el paso final de la rutina, pero es el más importante. Sin él, no estamos cuidando realmente nuestra piel”, señala.
Pires explica que se debe prestar mucha atención a la aplicación y la frecuencia. “Lo ideal son 2 mg de producto por cm² de piel. Para que te hagas una idea, equivale a una pelota de golf de protector solar para cada zona corporal: brazos, piernas, abdomen… Si usas uno en spray, se recomienda al menos 7 pulsaciones para cara y cuello, y 12 para cada zona del cuerpo por separado”, remarca.

Aloe 99% Soothing Gel de Holika Holika (3,90 euros)
Otro detalle a tener en cuenta es que el protector solar no se puede aplicar con la piel mojada, ya que “su eficacia se reduce casi a la mitad”. Si después de un baño en la playa o en la piscina toca volver a poner la crema, es importante secar bien la piel. “Si usas un SPF 30, sobre piel mojada te estarías protegiendo solo con un SPF 15”, advierte Pires, que aconseja reaplicar el producto cada dos horas. “No podemos confiar en una sola aplicación para todo el día”, advierte la profesional, que recomienda usar siempre un SPF 50+.

Madagascar Centella Air-Fit Suncream Plus de SKIN1004 (19,90 euros)
La experta en dermocosmética afirma que desde el punto de vista farmacéutico no existe en concepto de bronceado saludable, ya que esta piel dorada tan buscada en verano es una señal que el ADN de las células ha sufrido una agresión. “El daño es acumulativo y no siempre visible a corto plazo, pero sí con el tiempo”, constata la profesional, que compara este hábito de ponerse moreno con la visión que tienen las coreanas del cuidado de su piel, que no tiene nada que ver.

Bariesun- Stick solar invisible SPF50+ (15 euros)
“Para ellas el bronceado no es un objetivo estético. De hecho, se evita activamente con texturas ultraligeras de protección alta que se integran en la rutina diaria. El enfoque es mantener una piel uniforme, luminosa y sin daños, no perseguir un tono que implique sufrimiento celular”, apunta.

Huile Secret de Beauté de Leonor Greyl (57 euros)
Si tras un día de playa se tiene la piel más irritada, lo más indicado es usar productos calmantes que incluyan activos como aloe vera, centella asiática o pantenol. Es esencial hidratar bien la piel para acelerar su recuperación y evitar la descamación. “Lo más importante es entender que el sol no es inofensivo. Puede ser beneficioso en pequeñas dosis, pero también es responsable de más del 80% del envejecimiento visible de la piel. Cuanto menos daño acumulemos, mejor será su aspecto a largo plazo”, concluye Pires.