Seguramente que más de una vez ha caído en la tentación de comprarse una crema, un colorete o un iluminador que ha visto en redes sociales. Prácticamente cada semana surge un nuevo producto viral que se convierte en objeto de deseo y que arrasa en ventas.
Pero aunque muchas tengan el tocador lleno de productos tendencia, siempre hay un espacio privilegiado para un cosmético que se ha convertido en su favorito. Es lo mismo que ocurre con la ropa, se puede comprar cada temporada un nuevo jersey, abrigo o bolso, pero siempre habrá un diseño que, por mucho que pasen los años, nunca se dejará de llevar.
Las expertas recomiendan no llenar el tocador de productos, sino apostar por aquellos que nos funcionan y que reconfortan
“Eso responde a una especie de memoria emocional que se mantiene intacta. En belleza, ocurre exactamente lo mismo. Es lo que se conoce como Taste in Ice, un concepto que alude a esos productos que, aunque el tiempo y las tendencias pasen, permanecen en el neceser porque se han ganado un lugar estable en la rutina y en la mente”, expone la cosmetóloga y creadora de Byoode, Raquel González.
Pero para que un producto se consolide en nuestra rutina debe pasar un tiempo y notar que realmente tiene unos efectos sobre nosotros. “El Taste in Ice es la fidelidad consciente a los productos que funcionan, que reconfortan y que, de algún modo, se convierten en parte de la identidad”, añade la directora dermocosmética de Perricone MD, Mireia Fernández.
Adzuki & Ragi Fantasy, de Byoode (39 euros)
Para las expertas, la esencia de este concepto es que los productos no son sólo eficaces, “se vuelven emocionalmente imprescindibles” y “son un pilar de cuidado diario”, apunta la directora dermocosmética de Medik8, Estefanía Nieto. “Cuando tu piel reconoce algo, cuando tu mente lo identifica como seguro o que le hace sentirse bien, ese producto se queda. Esa es la esencia del Taste in Ice: aquellos cosméticos que, aunque pruebes veinte nuevos, siguen esperándote en el estante”, expresa Raquel González.
Lotus Leaf Cleansing Gel de Boutijour (33 euros)
Pero, ¿cómo se incluye un producto en el Taste in Ice? Como afirman las especialistas, debe reunir tres características: eficacia demostrada, una textura que gusta y la capacidad de transmitir seguridad. “Si un producto te resulta demasiado disruptivo, por aroma, textura o sensación, la mente lo rechaza. Pero cuando la experiencia sensorial es positiva y además funciona, se congela en la memoria”, asegura la cosmetóloga de Byoode.
Photo-Brightening Moisturizer de Perricone MD (82 euros)
El efecto de este concepto es similar a un perfume, ya que aunque cambien las estaciones o pasen los años, la piel reconoce la fórmula de una crema o un sérum como familiares. “La piel recuerda esa conexión”, dice la directora dermocosmética de Boutijour, Patricia Garín.


