Muchas personas aprovechan estos meses de otoño e invierno para realizarse tratamientos en las clínicas estéticas. Esta época del año es la mejor para hacerse procedimientos con láser, pero para que sean efectivos es necesario seguir un plan riguroso de cuidados.
“El éxito de cualquier tratamiento también depende de los cuidados diarios desde casa. Mantener una buena hidratación, ya que la barrera cutánea necesita apoyo adicional durante el frío, utilizar protector solar todos los días, evitar los cambios bruscos de temperatura que puedan causar irritación y adaptar la rutina de cuidado facial al postratamiento son claves para potenciar y prolongar los resultados obtenidos en consulta”, afirma la doctora Rita Sêco, experta en medicina estética.
El láser es un tratamiento indicado para acabar con las manchas en la piel
La profesional expone que en este momento donde hay menos exposición solar es cuando se recomienda realizar tratamientos que regeneren y fortalezcan la piel, que se verá mucho más luminosa, con una textura más aterciopelada y con una reducción de las manchas.
“En invierno hay menos exposición a los rayos UV, lo que reduce el riesgo de hiperpigmentación e irritación después de los procedimientos que dejan la piel más sensible. Además, el clima más frío y seco favorece los protocolos de regeneración cutánea, lo que permite una recuperación más cómoda”, señala la experta.
Por ello, la doctora Sêco aconseja someterse a procedimientos que permitirán que la piel se regenere mucho mejor, con cuidados en casa que se centren en su recuperación e hidratación. “El invierno es la mejor época para realizar tratamientos que crean una lesión controlada en la piel y requieren una protección solar rigurosa”, apunta
Tratamiento láser SKIN TO'LIFE por la Doctora Rita Sêco
Los procedimientos que están indicados para esta época del año son los tratamientos con luz pulsada y láser de erbio, que se realizan de una a dos veces al año y remodelan la textura de la piel, reducen manchas y estimulan la renovación celular; los bioestimuladores, una vez al año, que promueven la firmeza progresiva de forma natural, y los cócteles de vitaminas, aminoácidos y ácido hialurónico no reticulado, que pueden hacerse cada tres meses y que aportan una hidratación profunda y mejoran el brillo. “Son tratamientos que actúan en profundidad, con resultados acumulativos y duraderos”, comunica.


