Las brochas de maquillaje son indispensables para aplicar productos como la base, sombras o el colorete. Precisamente por el hecho de acumular residuos de estos cosméticos y de estar en contacto continuo con la piel es muy necesario lavarlas al menos una vez por semana, ya que si no se limpian correctamente pueden favorecer la aparición de acné, poros obstruidos y otros problemas cutáneos.
En redes hay varios tutoriales que muestran cómo eliminar bien las bacterias de estas herramientas tan necesarias, pero no basta solo con un jabón, hay que usar otro producto para garantizar su buen estado y también asegurarse de que estos pinceles han quedado perfectamente limpios y son seguros para usarlos en la piel.
La experta en trucos de orden y limpieza, Begoña Pérez, más conocida en redes como La Ordenatriz, ha compartido un vídeo donde desvela el tip definitivo para tener las brochas cuidadas y limpias. “Muchas veces limpiamos sólo las brochas con jabón, y otras muchas sólo con alcohol, pero lo perfecto es hacer la doble limpieza”, asegura.
Lo perfecto es hacer la doble limpieza”
El primer paso es usar un jabón, con pH neutro, ya sea en gel o en pastilla, que permitirá eliminar eficazmente el maquillaje. Ella hace este proceso aplicando un poco de producto en la palma de la mano y pasa la brocha con movimientos circulares para que el líquido actúe bien en el interior. Moja un poco la parte del pelo que se está limpiando para hacer espuma y acabar de sacar el producto. También se puede hacer este paso en un recipiente con el fondo rugoso que hace más fácil la limpieza.
Una maquilladora usando un colorete en polvo con una brocha.
“Evita -en la medida de lo posible- que llegue al pegamento de unión de las cerdas con el mango. Para eso, procura que la brocha siempre esté en vertical con los pelos hacia abajo y no eches agua directamente a la base de la misma. Alargarás la vida de la brocha si lo haces de esa manera”, indica.
El segundo paso consiste en humedecer ligeramente la brocha con alcohol isopropílico y, seguidamente, presiona el utensilio sobre un papel de cocina hasta que no desprende resto de maquillaje. “Se evapora rápidamente y desinfecta. Su acción contra la grasa es maravillosa, y nos deja las brochas perfectas. Lo puedes encontrar en cualquier ferretería”, afirma La Ordenatriz, que recomienda hacer este segundo paso directamente cuando no se tiene tiempo a hacer la doble limpieza. “Te quedarán suficientemente limpias y desinfectadas. Aquí la higiene es muy importante”, asegura.
Son muchas las seguidoras que han querido comentar esta publicación. Una maquilladora ha compartido también el truco de usar un conocido jabón lavavajillas, mientras que otra usuaria aconseja meter las brochas en agua micelar con agua y dejarlas reposar para que desprendan el maquillaje.


