Hay quienes tienen el hábito de beber agua con limón en ayunas como un complemento más que ayuda mejorar su salud. Sin embargo, hay una mayoría que lo asocia única y exclusivamente con la pérdida de peso.
Aunque tiene beneficios interesantes, es importante aclarar algunos mitos. Uno de los más frecuentes es que “desintoxica” el cuerpo. Sin embargo, órganos como el hígado y los riñones ya cumplen esta función de forma natural.
El limón es una fruta rica en vitamina C y antioxidantes, que, aunque no acelera el proceso de eliminar toxinas como tal, sí que refuerza el sistema inmunológico y combate el daño oxidativo.
Además, beberla puede ser útil para controlar el apetito. Al ser una bebida baja en calorías, apenas 2 por vaso con el jugo de medio limón, su consumo genera un efecto saciante. Este beneficio se debe a los polifenoles del ácido cítrico y la pectina, que ayudan a reducir el hambre y evitar atracones durante el desayuno, o incluso, después.
Beber agua con limón
Sin embargo, no hay una aprobación científica que demuestre ser un “quemador de grasa” ni una solución mágica para perder peso. La pérdida de peso requiere una dieta balanceada y ejercicio físico para lograr un déficit calórico.
El agua con limón, al dar sabor, puede animar a beber más líquidos y mejorar la hidratación, pero por sí sola no influirá de forma significativa en el peso.
120 ml de jugo por vaso
Un último apunte importante es consumirlo con moderación, ya que el exceso de limón puede dañar el esmalte dental debido a su acidez. Por ello, se recomienda usar solo 120 ml de jugo por vaso, preferiblemente mezclado con agua tibia y medio limón recién exprimido.



