El chocolate negro no solo conquista por su sabor intenso, sino también por sus beneficios nutricionales. Aunque la grasa sea uno de sus componentes principales, no todas las grasas son perjudiciales. De hecho, las que aporta el cacao pueden ser aliadas de tu cuerpo si se consumen con moderación. Y lo mejor: al contener menos azúcar, sacia más, algo que tu cuerpo y tu mente seguramente agradecerán.
El contenido de azúcar en el chocolate varía considerablemente según su porcentaje de cacao. Para que te hagas una idea: una tableta con un 90% de cacao tiene apenas 0,7 gramos de azúcar por cada 10 gramos. En cambio, una de chocolate con leche puede llegar a los 5 gramos en la misma cantidad. Esto significa que, cuanto más puro sea, menos azúcar tendrá, lo que lo hace una opción más saludable para quienes buscan cuidar su dieta sin renunciar al placer.
Elegir bien
Más grasa, menos azúcar y muchos beneficios
Sin embargo, no todo el mundo tolera bien ciertas opciones “más saludables”. Según la nutricionista Blanca García-Orea, los chocolates sin azúcar o cero no son siempre la mejor alternativa. Estos suelen estar cargados de edulcorantes que pueden generar molestias digestivas, como hinchazón o gases, y tienen efectos laxantes.
En especial, quienes padecen problemas como el colon irritable o intolerancia a ciertos compuestos deberían evitarlos a toda costa para no padecer indeseados efectos secundarios. En estos casos, un buen chocolate negro, con más de un 85% de cacao, podría ser una alternativa mucho más adecuada.
Para detectar un buen chocolate negro hay que mirar la etiqueta, que no debería tener demasiados ingredientes. Los básicos son manteca de cacao, cacao en polvo o pasta de cacao, azúcar y, en ocasiones, vainilla u otros añadidos naturales. Cuanto menos procesado esté y menos elementos tenga, mejor para tu salud y tu paladar. Además, el chocolate negro con alto porcentaje de cacao es una opción apta incluso para intolerantes a la lactosa, lo que amplía su rango de seguidores.
Por último, hay que recordar que el chocolate negro es mucho más que un capricho. Nuestro cerebro, nuestras hormonas e incluso nuestros huesos necesitan grasas saludables para funcionar correctamente, y el cacao puede ser un aliado en este sentido. Así que no se trata de privarte, sino de elegir bien. Unos 10 gramos al día pueden ser más que suficientes para disfrutar sin excesos.


