Acompañar las comidas con pan es muy habitual. Desayunar una tostada con un poco de proteína o almorzar con una rebanada al lado para mojar la salsa que queda de los macarrones es una costumbre muy arraigada en nuestra casa.
También lo es la creencia de que el pan engorda o que es más saludable y menos calórico el integral que el blanco. Y además puede surgir la duda de si una práctica muy habitual con el pan es aconsejable.
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Pues sí, congelarlo y luego tostarlo es bueno para nuestra salud intestinal. Así lo asegura Carlota Serra, farmacéutica y dietista-nutricionista en un vídeo publicado en su perfil de TikTok.
Congelar y tostar el pan es bueno, según la farmacéutica y dietista-nutricionista Carlota Serra.
“Comer pan congelado y pasado por la tostadora es bueno para tu salud intestinal”, apunta la experta. Y es que el almidón, cuando se congela, “se retrograda”, es decir que se compacta y se hace menos digerible para nuestras enzimas digestivas.
Esto, que de entrada podría parecer negativo, permite que este almidón llegue al colon, donde "las bacterias que viven allí sí son capaces de digerirlo, y no sólo eso, sino que lo utilizan de alimento fabricante butirato, que es esencial para la salud intestinal”, argumenta. Todo esto es aún mejor si el pan es integral.
Comer pan congelado y pasado por la tostadora es bueno para tu salud intestinal"
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Es decir, el hecho de que el almidón se vuelva menos accesible para las enzimas digestivas del intestino hace que se convierta en alimento para las bacterias beneficiosas del colon, lo que se conoce como “efecto prebiótico”.
Pero éste no es el único motivo por el que es beneficioso. En un segundo vídeo sobre el tema, Serra también pone énfasis en el efecto prebiótico de las melanoidinas. “Son unos compuestos que se forman a la hora de tostar el pan”, explica que, además, son antioxidantes y antiinflamatorias, entre otros muchos beneficios.
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Otros estudios también concluyen que congelar el pan hace que engorde menos. Según un trabajo de 2007 publicado en el European Journal of Clinical Nutrition, de la revista Nature, si lo congelamos, reducimos su índice glucémico hasta un 31%. Y si, además, después de descongelarlo, la torremos, la reducción alcanza el 40%.
Todos son aspectos muy interesantes que convierten el pan, blanco o integral, en un alimento muy recomendable para nuestra salud. Si encima se acompaña de alimentos saludables, como el aguacate o el huevo, mejora exponencialmente, dice la experta. Y más si lo asamos.
Este artículo fue publicado originalmente en RAC1.