Olalla Otero, doctora en Biología: “El contacto con la naturaleza también impacta de forma positiva en la microbiota”
Salud
La especialista habla de cómo los probióticos pueden mejorar la digestión, reforzar el sistema inmune y transformar la salud
La Dra. Olalla Otero, especialista en microbiota, cuenta los secretos de los probióticos.
Son el suplemento de moda y, para algunos, incluso un milagro: los probióticos se han convertido en uno de los productos más buscados de los supermercados. Con beneficios probados a la hora de prevenir y combatir la proliferación de bacterias nocivas, los probióticos contienen microorganismos vivos destinados a mantener o mejorar las llamadas “bacterias buenas” del cuerpo, denominada microbiota.
La doctora en biología Olalla Otero, experta en microbiota y autora del libro El revolucionario mundo de los probióticos, habla precisamente de todos los mitos que rodean a estos microorganismos en el podcast Tiene Sentido, donde de paso aprovecha para explicar cómo estos pequeños refuerzos -tomados así, como una ayuda- pueden mejorar tu digestión, reforzar tu sistema inmune y transformar tu salud desde el equilibrio de tu microbiota.
Probióticos
Todo comienza por entender qué es la microbiota, y es que estas “bacterias buenas” de nuestra digestión no solo están en nuestro sistema intestinal, sino que como apunta Otero está “en todas las superficies de nuestro cuerpo”. Es muy importante, pues “si está en equilibrio, todo irá bien”, porque “afecta al cerebro, la piel y hasta a nuestro estado de ánimo”. Si esto no funciona, se pueden desarrollar algunas patologías, como infecciones en las mucosas.
Hablar de microbiota es hablar de probióticos. “Hay algunos que son habitantes habituales de nuestra microbiota y llevan a cabo funciones que nos van a favorecer”, explica la especialista. “Mejoran la microbiota, entrenan y restauran nuestro equilibrio para que todo funcione de una manera más armónica”. Eso sí, no todos son iguales, pues su efecto está determinado por el tipo de cepa o su combinación, la cantidad de microorganismos, la duración y la vía de administración o la formulación.
La Dra. Olalla Otero, doctora en Biología y autora del libro “El revolucionario mundo de los probióticos”.
“La cepa es como el DNI”, comienza explicando. “Es como los perros. Son todos la misma especie, pero no la misma raza; seleccionarás el adecuado según la función que quieras que haga. Es muy importante escoger bien para saber si servirá para solucionar el problema que queremos solucionar”, insiste Otero.
Los probióticos están de moda en el supermercado y ahora se ven en todo tipo de productos: comprimidos, bebidas y lácteos fermentados “con probióticos”, té de herbolario.. Siempre y cuando pasen la estricta legislación que regulan la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y la Comisión Europea (Reglamento 1924/2006), se puede poner la etiqueta. Sin embargo, la especialista recomienda pasar por el médico, pues puede haber causas subyacentes a cualquier de nuestros problemas de salud digestiva.
Dra. Olalla Otero: “Lo primero es saber para qué voy a tomar el probiótico. Si un niño está sano, cuida su alimentación y hábitos de vida, no entres a dar probióticos"
“Los probióticos pueden modular el sistema inmunitario, pero hay que identificar. Problemas como las rojeces, la hinchazón, el estreñimiento”, dice Otero. “Puede haber muchas causas o alteraciones de la microbiota. No hay que perder de vista que hay que hidratarse bien, hay que moverse, hay que revisar la dieta porque a lo mejor no comemos suficiente fibra… Teniendo en cuenta esto, veremos el probiótico que puede ayudar”.
La experta indica otro factor que puede ayudar: “Además, el contacto con la naturaleza también impacta de forma positiva en la microbiota".
Lo mejor para la salud, salir a la naturaleza.
Hay que recordar que no se les puede atribuir la propiedad de prevenir, tratar o curar enfermedades. No hay milagros, por mucho que sugiera la publicidad. Además, los probióticos no son para todos. Son seguros, pero no son la mejor recomendación para algunas personas, especialmente para aquellos con intolerancias o con un sistema inmune muy comprometido. Se sigue estudiando el ADN y los secretos de la microbiota, por lo que queda mucho por salir a la luz.