¿Lenguado o lenguadina? ¿Atún rojo o remolacha disfrazada? En plena Cuaresma, el consumo de pescado se dispara… y también los engaños. Luis Alberto Zamora, más conocido como 'Nutriman', regresó al plató de Y ahora Sonsoles con una sección que, además de didáctica, dejó boquiabierto al público: “Nos pueden estar dando maruca por bacalao, fogonero por abadejo o potón por pulpo… y a precio de lujo”.
Acompañado por una red, hielo picado y una auténtica pescadería montada en directo, Zamora explicó cómo identificar si nos están vendiendo un pescado de menor calidad bajo un nombre comercial más atractivo. “El bacalao se llama gadus. Si no lo pone en la etiqueta, sospecha. Y si ya viene limpio, sin piel ni aletas, hay que mirar más de cerca: puede que te estén dando maruca”, advirtió.
El atún maquillado y el pulpo impostor
Trucos visuales que no fallan
Uno de los momentos más comentados fue el análisis de las colas: “La del bacalao es recta, la de la maruca es semicircular. Es un detalle que marca la diferencia”. Además, recomendó fijarse en la textura de la carne: “El bacalao se desmiga con facilidad. Si está duro o fibroso, desconfía”.
También puso el foco en las migas congeladas: “Si la caja no dice claramente que es bacalao, es probable que estés comprando pollachius virens o abadejo. No es que sea tóxico, pero si pagas bacalao, quieres bacalao”.

‘Nutriman’ mostró en 'Y ahora Sonsoles' cómo distinguir un auténtico bacalao de una maruca o un atún rojo de uno teñido
Zamora también desveló un “truco de cocina” que roza el engaño: teñir el atún blanco con zumo de remolacha para hacerlo pasar por atún rojo. “Se hace para subir el precio. A simple vista, el atún blanco es más seco; el rojo es más jugoso. Pero si lo maquillamos, cualquiera puede caer”.
Con el pulpo, el truco es aún más sencillo: “Si no tiene ventosas, no es pulpo. Es potón.” El precio, claro, también cambia: “Una tapa de pulpo que te parece barata en un restaurante puede ser potón disfrazado”.
Sobre el lenguado, 'Nutriman' fue muy claro: “El verdadero es solea solea, y tiene un tono verdoso. Si el color tira más a tierra o marrón, es lenguadina. También cambia el precio, por supuesto. Y si ya quieres ir de experta a la pescadería, fíjate en los ojos: el lenguado los tiene a la derecha si lo miras de frente; la lenguadina, a la izquierda”.
Incluso mostró los paquetes envasados que solemos encontrar en supermercados: “Haz foto con el móvil y amplía. Si ves ‘gadus’, vas bien. Si no, puede que no sea bacalao”.
En latín
Más allá de los nombres bonitos
Zamora también reivindicó el uso correcto del etiquetado científico: “Nosotros vemos ‘miguitas de mar’, ‘atún claro’ o ‘lenguado’, pero la clave está en el latín. Si aprendemos a identificar gadus morhua, thunnus thynnus o solea solea, sabremos realmente lo que estamos comprando”.
Y lanzó un mensaje claro: “No es cuestión de desconfiar de todo, sino de preguntar más. El pescado no es tóxico, pero si lo pago como premium, quiero saber qué estoy llevando a casa”.
Una sección que mezcló ciencia, humor y denuncia con sello propio. Porque como dice 'Nutriman', “cuidado con las ofertas: a veces esconden más que ahorro”.