Doctor Daniel Amen, 70 años, psiquiatra: “Si pasas más de tres horas y media al día en redes sociales, matas las zonas de tu cerebro de placer, o como yo digo, las emocionas hasta la muerte”

Dopamina

Las redes sociales forman parte de nuestra rutina, pero pocas veces pensamos en cómo afectan a nuestro cerebro

Daniel Amen es un reconocido psiquiatra, conferenciante y escritor

Daniel Amen es un reconocido psiquiatra, conferenciante y escritor

Según el Informe Digital 2024 de We Are Social + Meltwater, el 91,1% de los españoles usa redes sociales activamente, es decir, unos 43 millones de personas. Las tres plataformas más usadas son Whatsapp, Youtube e Instagram, pero los datos indican que los españoles suelen usar una media de 6,8 redes sociales al mes.

Lo cierto es que el uso de las redes sociales está ampliamente normalizado en todo el mundo, especialmente entre los jóvenes, de quienes el informe asegura que en el rango de edad de 16 a 24 años superan las 3 horas al día (esencialmente en TikTok, Insta y YouTube).

A pesar de esta normalización, son muchos los expertos que advierten de los peligros que supone pasar tantas horas frente a una pantalla, ya no solo nivel mental, sino también físico. El doctor y psiquiatra Daniel Amen, todo un referente en el ámbito de la salud mental, es uno de los mayores detractores de este exceso de horas que pasamos utilizando las redes sociales. 

“Literalmente matas las zonas de tu cerebro de placer, o como yo digo, las emocionas hasta la muerte”

Daniel Amen

El psiquiatra asegura que pasar tiempo frente a la pantalla reduce nuestro cerebro, literalmente: “Lo que ocurre es que desgastas los centros de placer de tu cerebro. Tienes dos zonas llamadas núcleos accumbens, y están muy involucradas con la dopamina. Son las que te traen felicidad, placer, motivación e impulso. Cada vez que obtienes un like, un nuevo seguidor, o haces scroll y ves algo que te gusta, recibes una pequeña dosis de dopamina. El problema es que si lo haces constantemente, estás estimulando en exceso esas zonas, y como con cualquier sistema biológico, si lo sobreusas, lo desgastas. Literalmente los matas de placer, o como yo digo, los emocionas hasta la muerte”, sentencia.

Las redes sociales estimulan en exceso a nuestro cerebro

Las redes sociales estimulan en exceso a nuestro cerebro

Egoitz Bengoetxea

Amen explica que esto es absolutamente perjudicial para nosotros porque provoca que dejemos de sentir placer con las cosas normales de nuestro día a día: “Comer, caminar, hablar con alguien, leer un libro… ya no te motivan. Te vuelves dependiente de esos estímulos rápidos y artificiales. Es como si tu termostato de la felicidad se rompiera, y entonces llegan la depresión, la ansiedad y la apatía”, asegura.

El psiquiatra explica que, según varios estudios, si pasas más de tres horas y media al día en redes sociales tienes un riesgo mucho más alto de sufrir ansiedad, depresión, adicciones, obesidad e incluso déficit de atención. Por eso es tan preocupante que muchos jóvenes e incluso adultos superen esta media al día sin ser conscientes de lo perjudicial que puede llegar a ser. 

“Te has acostumbrado a microdosis constantes de dopamina y cuando no las tienes tu cerebro se siente plano, aburrido y desconectado”

Daniel Amen

Otra de las consecuencias negativas de las redes sociales es que alimentan el dragón de la comparación, y esto tiene relación directa con la felicidad: “Estás constantemente viendo lo bien que les va a los demás, los cuerpos perfectos, las vidas perfectas… y eso daña la autoestima, especialmente en los adolescentes. Los hace sentir que no son suficientes y les roba literalmente la felicidad”, explica Amen.

Los jóvenes tienen un riesgo muy elevado de sufrir trastornos a causa de las redes sociales

Los jóvenes tienen un riesgo muy elevado de sufrir trastornos a causa de las redes sociales

David Pereiras

Este aumento del uso de las redes sociales también explica este fenómeno que experimentamos cuando dejamos el móvil y sentimos que no tenemos ganas de hacer nada. Es una reacción natural de nuestro cuerpo, y se agrava cuantas más horas pasamos en internet: “Te has acostumbrado a microdosis constantes de dopamina y cuando no las tienes tu cerebro se siente plano, aburrido y desconectado. Esto no quiere decir que estés deprimido, sino simplemente desregulado. Es tu cerebro diciéndote que lo has sobreestimulado”, asegura. 

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