Laura Chaparro, nutricionista: “Reducir los carbohidratos en nuestra alimentación no implica necesariamente una pérdida de grasa y, a largo plazo, puede afectar negativamente a nuestro rendimiento”

Nutrición

Restringir los carbohidratos sin una estrategia adecuada no solo puede restarle placer a la comida, sino también sabotear los resultados esperados

Laura Chaparro, nutricionista

Laura Chaparro, nutricionista

Cuando el objetivo es perder peso, los carbohidratos suelen ser los primeros en desaparecer de la despensa. El pan, la pasta o la pizza de los viernes por la noche pasan rápidamente a la lista de alimentos prohibidos del supermercado. Sin embargo, restringirlos sin una estrategia adecuada no solo puede restarle placer a la comida, sino también sabotear los resultados esperados.

Reducir los carbohidratos de la dieta puede hacer que el número en la báscula baje rápidamente, pero no significa que se haya perdido grasa corporal. Así lo explica la nutricionista Laura Chaparro, quien aclara uno de los mitos más extendidos en torno a la alimentación: “Cuando reducimos la cantidad de carbohidratos para perder peso, efectivamente sí que lo perdemos. Pero no estamos perdiendo grasa, sino agua”.

Carbohidratos

Carbohidratos

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Chaparro detalla que los carbohidratos, al almacenarse en el cuerpo, lo hacen en forma de glucógeno, una sustancia que se guarda en los músculos y el hígado acompañada de agua. “Cada gramo de glucógeno muscular almacena entre 3 y 4 gramos de agua”, apunta. Por eso, al dejar de consumir carbohidratos, el cuerpo elimina ese glucógeno junto con el agua asociada, lo que puede suponer una pérdida de entre uno y dos kilos, dependiendo de la capacidad de almacenamiento de cada persona.

Da la falsa creencia de que lo que te hace perder peso son los carbohidratos, pero eso está lejos de la realidad

Laura Chaparro,nutricionista

El problema, según la experta, es que este descenso rápido de peso genera una falsa sensación de éxito. “Crea la creencia errónea de que los carbohidratos son los responsables directos de ganar o perder grasa, y eso está lejos de la realidad”, advierte. Es decir, puede ser que al reducir los hidratos de carbono el peso corporal disminuya, pero que la grasa siga intacta. “Mi grasa corporal estará exactamente en el mismo sitio”, subraya la nutricionista.

Si bien en las primeras semanas la pérdida de peso se debe, sobre todo, a la eliminación de agua, varios estudios y profesionales de la nutrición coinciden en que, con el tiempo, sí es posible reducir grasa corporal, especialmente si se mantiene un déficit calórico y se gasta más energía de la que se consume. Según una investigación realizada por la UOC en 2020, tanto las dietas bajas en hidratos de carbono como las dietas bajas en grasas son igual de efectivas en la pérdida de grasa corporal a largo plazo.

Por ello, antes de intentar lograr un cambio en la composición corporal, Chaparro recomienda acudir a un profesional cualificado: “Te aconsejo que acudas a un nutricionista especializado y puedas llevar una alimentación adecuada para que no solo se vea reflejado en la báscula, sino que realmente se produzca un cambio visual como tú deseas”.

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Además, insiste en que este tipo de dietas desequilibradas y restrictivas pueden afectar tanto al rendimiento físico como a la energía en el día a día, ya que los carbohidratos son una de las principales fuentes de combustible del organismo. Eliminarlos por completo puede provocar cansancio, mal humor e irritabilidad. “Necesitas tener la energía suficiente para poder seguir rindiendo”, concluye la nutricionista.

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