“Lo que piensas que otros piensan de ti es lo que tú realmente, en el fondo, piensas de ti”. Con esta frase directa y desarmante, Ángela Fernández, psicóloga sanitaria y especialista en terapia de Aceptación y Compromiso, lanza una reflexión que ha resonado con fuerza en redes sociales. En uno de sus vídeos más compartidos en TikTok (@angelaprs.psicologia), Fernández invita a desmontar una de las trampas más comunes del pensamiento humano: la creencia de que somos constantemente juzgados por el entorno.
La trampa del pensamiento proyectado
Creer que los demás nos juzgan puede ser solo un reflejo de nuestro propio juicio interno
“No es el mundo quien te llama torpe, ridículo o inadecuado. Esa voz que lo dice... es tuya”, afirma. Según Fernández, cuando pensamos que los demás nos evalúan negativamente, muchas veces estamos proyectando nuestro propio diálogo interno, marcado por la autocrítica. “Ese diálogo interno tan crítico y severo grita tanto, es tan potente, que creemos que es el mundo entero el que nos juzga”.
Desde su experiencia clínica, la psicóloga recuerda que la mayoría de las personas están demasiado concentradas en sí mismas como para detenerse a analizar cada gesto o palabra del otro. “La mayoría de las personas están demasiado ocupadas pensando en sí mismas, como para analizar cada paso que tú das”. Es decir, lo que interpretamos como miradas o comentarios negativos, suele ser más bien un eco de nuestras inseguridades.
En su intervención, Fernández también aborda el juicio externo explícito —ese que sí proviene de otras personas— y lo contextualiza: “Si alguien te está juzgando de manera explícita, obviamente venga de sus propias inseguridades y miedos, y los está canalizando y proyectando a través de ti”. Con esto, pone sobre la mesa una verdad incómoda pero empoderadora: incluso los juicios ajenos tienen más que ver con quien los emite que con quien los recibe.
Nadie te juzga tan duro como tú a ti mismo”
Frente a este panorama, propone una práctica sencilla pero transformadora: parar, observar y distinguir. “La próxima vez que pienses que otros van a pensar algo negativo de ti, haz una pausa y pregúntate: ¿Esta voz es externa o es interna? ¿Este juicio viene de fuera o viene de dentro?”. Esta toma de conciencia puede marcar la diferencia entre caer en la espiral del autoataque o comenzar a relacionarnos con nosotros mismos desde la compasión.
La terapeuta insiste en que la relación más importante que vamos a tener en la vida es con nosotros mismos. Por eso, cierra su vídeo con una recomendación clara: “Tu opinión sobre ti mismo es la opinión que más poder tiene. Sé amable contigo, lo mereces”.
El mensaje de Ángela Fernández no es nuevo, pero sí necesario. En un contexto social que sigue valorando la validación externa, su propuesta rescata el valor del diálogo interior y el poder de reinterpretar nuestras narrativas. La autoestima no se construye desde fuera, sino desde dentro. Y, a veces, todo empieza por identificar esa voz que llevamos tanto tiempo confundiendo con la de los demás.

