¿Estás esperando a que te escriba? ¿Te emocionas cuando lo hace, aunque hayan pasado días o semanas desde el último mensaje? ¿Sientes que da un paso adelante solo para volver a desaparecer? Si la respuesta es sí, puede que estés siendo víctima de una estrategia emocional cada vez más común en la era digital: el BreadCrumbing.
Atención intermitente, afecto en dosis mínimas
El BreadCrumbing se basa en dar lo justo para mantener el vínculo sin asumir un compromiso real
La psicóloga Silvia Severino, especializada en relaciones tóxicas y salud emocional, ha lanzado un vídeo desde su cuenta de TikTok (@silviaseverinopsico) en el que explica cómo identificar este comportamiento y protegerse de sus efectos psicológicos. Sus palabras no han dejado indiferente a nadie: “Desaparece y vuelve sin explicar por qué, pasa días sin contacto y, de repente, aparece con un mensaje amable y bonito como si nada hubiese pasado. Lo justo para que no te alejes”.
Este patrón se ha vuelto especialmente frecuente en contextos de relaciones no consolidadas, como las que nacen en aplicaciones de citas o se desarrollan a través de redes sociales. El término BreadCrumbing, traducido literalmente como “dejar miguitas de pan”, alude a la forma en la que una persona ofrece pequeños gestos afectivos esporádicos, sin intención real de construir un vínculo sólido.
“Te da atención intermitente. A veces, se muestra afectuoso, interesado, y otras veces te ignora por completo. Esa es la irregularidad que te mantiene enganchado esperando la próxima señal”, asegura Severino.
El problema no es solo la falta de compromiso, sino la ambigüedad emocional que genera. Quien lo sufre no sabe si está en una relación o no, si hay interés real o solo manipulación disfrazada de cariño. La especialista lo define así: “Evita el compromiso, habla de hacer planes o tener algo serio, pero siempre pone excusas o cambia de tema cuando llega el momento”.
Esto no es amor, esto son migajas emocionales. Es una estrategia para mantenerte disponible sin asumir disponibilidad afectiva”
Y el daño va más allá de lo romántico. El BreadCrumbing afecta a la autoestima, a la claridad mental y al bienestar general. “Genera confusión emocional, nunca sabes si le importas o no. Te sientes confundido, dudando de tus propias emociones y te preguntas si estarás exagerando”.
Según Severino, una de las señales más claras de alarma es que la relación gira completamente en torno a la otra persona. Sus tiempos, sus intereses, su disponibilidad. “Tú te adaptas siempre, pero no recibes lo mismo a cambio”, afirma.
No se trata de una mala racha ni de alguien indeciso, sino de una estrategia emocional que puede llegar a ser profundamente dañina. “Esto no es amor, esto son migajas emocionales. Es una estrategia para mantenerte disponible sin asumir disponibilidad afectiva”.
Severino invita a tomar conciencia y recuperar el poder personal. Reconocer estas dinámicas es el primer paso para cortar el ciclo y evitar relaciones que drenan en lugar de nutrir. No hay romance real detrás de una comunicación errática y vacía: solo confusión disfrazada de esperanza.