Una mañana cualquiera, en mitad de una llamada, una charla o un café, lo notas. Un pequeño temblor en el párpado. Inofensivo, piensas. Pero al día siguiente vuelve. Y al siguiente. “¿Me estoy volviendo loco?”, te preguntas mientras googleas “temblor en el ojo”. Spoiler: no, no estás perdiendo la cabeza, pero puede que estés exigiéndole demasiado a tu cuerpo (y a tu mente). Entre el café, las noches en las que no consigues descansar y el estrés diario que hemos aprendido a ver como algo “normal”, hay señales sutiles que el cuerpo nos lanza para hacernos conscientes de que debemos de parar. Y una de ellas es la mioquimia: ese temblor del párpado que aparece sin avisar y que, aunque no suele ser grave, sí puede ser una llamada de atención.
Una o dos tazas de café al día está bien, pero si estás tomando cuatro o cinco, o lo usas para compensar la falta de sueño

Y cuando el cuerpo está constantemente en alerta, pequeñas cosas como el temblor en el párpado empiezan a aparecer
Sobre este tema ha hablado recientemente el psiquiatra Alejandro Martínez en un video que compartió en sus redes sociales, donde advierte que este síntoma es mucho más común de lo que imaginamos, y que no debería ignorarse tan fácilmente. “Lo que experimentas se llama mioquimia, y es mucho más común de lo que pensamos”, explica el Dr. Martínez en el video. “Se trata de una contracción involuntaria de los músculos del párpado, y suele aparecer en momentos de sobrecarga física o emocional”.
No es grave, al menos no en la mayoría de los casos, pero sí es un mensaje claro. “Cuando se combinan factores como el estrés crónico, el consumo excesivo de cafeína y el descanso insuficiente, el sistema nervioso empieza a responder con señales como esta”, añade. En otras palabras: no es un simple espasmo, es un grito silencioso de tu cuerpo. “El gran problema es que hemos normalizado vivir con altos niveles de cortisol, que es la hormona del estrés. Y cuando el cuerpo está constantemente en alerta, pequeñas cosas como el temblor en el párpado empiezan a aparecer”, señala. Según el psiquiatra, muchas personas conviven con este síntoma sin darse cuenta de que está directamente vinculado a su estilo de vida.
Entonces, ¿qué podemos hacer al respecto? La solución, aunque sencilla en teoría, requiere compromiso. “Lo primero es dormir bien. Dormir entre siete y ocho horas diarias no es un lujo, es una necesidad básica para que el cerebro se regule”, dice en el video. También sugiere revisar el consumo de cafeína: “Una o dos tazas de café al día está bien, pero si estás tomando cuatro o cinco, o lo usas para compensar la falta de sueño, es hora de hacer cambios”.
El gran problema es que hemos normalizado vivir con altos niveles de cortisol

Una o dos tazas de café al día está bien, pero si estás tomando cuatro o cinco, o lo usas para compensar la falta de sueño
Otro aliado puede ser el magnesio. “Es un mineral que ayuda a relajar el sistema nervioso, y en algunos casos, suplementarlo puede mejorar los temblores. Eso sí, siempre bajo indicación médica”, aclara. Pero más allá de suplementos, insiste en revisar nuestros hábitos diarios. “El cuerpo tiene formas muy inteligentes de pedir ayuda, y este es uno de esos casos. El problema es que hemos aprendido a ignorar esas señales hasta que se vuelven demasiado grandes para pasarlas por alto”, concluye.
Así que ya lo sabes: si el párpado te tiembla seguido, antes de entrar en pánico, escúchate. Quizás lo que tu cuerpo necesita no es un médico urgentemente, sino una noche de sueño decente, menos café, y un poco de calma. Porque a veces, lo que parece pequeño, es solo el principio de algo más profundo que merece atención y mucho cuidado interno.