¿Desayunas cuando te da hambre, comes a media tarde y cenas más allá de las diez de la noche? Más allá de tus costumbres o tu estilo de vida, tal vez no estés escuchando a tu cuerpo. Según el médico Marcos Mazzuka, experto en medicina regenerativa y salud integrativa, comer fuera de ciertos horarios naturales puede alterar el funcionamiento de tu sistema digestivo, favoreciendo la inflamación y problemas intestinales que no siempre asociamos a nuestra forma de comer.

Comida entre amigos
En un vídeo compartido recientemente en sus redes sociales, el Dr. Mazzuka introduce un concepto poco conocido pero fundamental: los horarios solares enzimáticos. Se trata de momentos específicos del día en los que las enzimas digestivas, como el ácido clorhídrico y las enzimas pépticas, están más activas. Son las horas en las que el cuerpo está mejor preparado para procesar y asimilar los alimentos.
“El ácido clorhídrico y las enzimas pépticas, que son claves en la digestión, tienen un horario como si fuera la apertura de un restaurante”, explica Mazzuka en el vídeo. “Ese horario va desde las 5 de la mañana hasta las 8, luego se reabre entre las 11 y la 1:30 de la tarde, y vuelve a activarse entre las 6 y las 8 de la tarde”. Estos son los llamados horarios solares o enzimáticos, y coinciden con los ritmos naturales del cuerpo, alineados con la luz solar y la actividad metabólica.
La clave está en respetar los horarios solares enzimáticos que promueven una mejor digestión y, al mismo tiempo ayuda a combatir la inflamación
Pero ¿qué pasa si comemos fuera de esos tramos horarios? El médico lo explica con claridad en su vídeo: “Si comes a las 4 de la tarde o cenas a las 10 de la noche, la mayor parte de esos alimentos va a quedar rezagada en el colon, y si no hay enzimas disponibles, se pueden pudrir”. Pero esa putrefacción no es metafórica, sino un proceso que ocurre en el intestino grueso cuando los alimentos no se digieren correctamente.
Este desequilibrio puede favorecer la proliferación de ciertas bacterias, como las del género Clostridium, que según Mazzuka son inflamatorias. “Estas bacterias son los mayores inflamatorios del intestino y del resto de tu cuerpo. Las consecuencias pueden ir desde molestias digestivas frecuentes hasta inflamación sistémica que afecta la energía, el estado de ánimo y la salud a largo plazo”.
Alinearte con los ritmos naturales de tu cuerpo es muy importante para evitar problemas digestivos

Dolor estómago
Más allá del tecnicismo, el mensaje que el doctor quiere transmitir a sus seguidores es simple: recuperar el hábito de comer a las horas correctas puede ser muy positivo para el bienestar general del cuerpo. “Si yo viera que aquí en España la gente joven comenzara a cambiar el horario de las comidas, tendríamos una cosa bien ganada”, comenta. Se trata de recuperar un ritmo biológico que nuestro cuerpo reconoce desde hace miles de años.
“Comencemos por ahí”, propone. “Una buena digestión de los alimentos ya sería un cambio enorme para la salud general”. Y tiene sentido: no se trata solo de qué comes, ni siquiera de cuánto. A veces, lo más importante es cuándo lo haces, aunque también es esencial escuchar al cuerpo, comer cuanto tienes hambre y mantener una vida saludable.