El corazón es el órgano más importante del cuerpo junto con el cerebro. Sin su bombeo de sangre la vida no sería posible, por lo que su cuidado es imperativo para mantener una salud estable. Según un estudio del Instituto Nacional de Estadística, el 27% de las muertes en España siguen vinculadas al aparato circulatorio, y la investigación de afectaciones cardiovasculares sigue a la orden del día, intentando evitar pérdidas súbitas.
Una las partes del cuerpo a las que llega la sangre, si bien su flujo varía dependiendo de la situación, es el pene. Los vasos sanguíneos, combinados con un elemento externo como catalizador, son los responsables de provocar una erección. Sin embargo, este puede verse afectado por condiciones como la disfunción eréctil, una señal de alerta para la uróloga Vanessa Mosquera. La experta médica advirtió de una consecuencia secundaria de esta afección.
“Si estás presentando disfunción eréctil, puedes sufrir un infarto (…) La erección depende del flujo vascular y las arterias del pene son delgadas, más o menos dos milímetros. Si hay problemas en los vasos sanguíneos, primero se taponan las arterias pequeñas del pene y luego las del corazón. Se ha descrito que aproximadamente el 15% de los pacientes después de siete años de sufrir disfunción eréctil pueden presentar un infarto cardíaco”, comentaba.
El ritmo de latidos también es fundamental para distinguir un corazón sano, alejado de uno con alguna cardiopatía fuera de lo habitual. Sobre esta cuestión se pronunciaba recientemente Inés Moreno, más conocida en redes sociales como la Traumatóloga Geek. La divulgadora sanitaria compartía un vídeo en su perfil de TikTok que alertaba de un detalle poco conocido: un bombeo aparentemente perfecto podría ser una anomalía.
Nadie es perfecto
“Si tu corazón late perfecto, estás en peligro. No, en serio. Un ritmo constante podría matarte. Tu corazón no late igual todo el tiempo, y eso es bueno. Si latieras como un metrónomo, tu cuerpo colapsaría. No sabría si estás durmiendo, escapando, no sabrías si necesitas calma o sangre en las piernas. Y justo ahí entra la VRC: variabilidad del ritmo cardíaco. Sí, eso que mide el reloj inteligente y que tú no sabes ni lo que es”, desvelaba.
“Una variabilidad fractal estable es lo mismo que un corazón fuerte y adaptable. Tu corazón es caos, pero es un caos perfectamente diseñado para mantenerte vivo. Sin fractales, no podrías adaptarte. Sin variabilidad, no podrías sobrevivir. Así que la próxima vez que sientas tu pulso, recuerda hay un patrón fractal oculto funcionando con precisión matemática dentro de ti”, sentenciaba.


