“Una de las frases más comunes que escucho en terapia es: ‘somos completamente distintos’”, cuenta Azahara Sánchez, terapeuta holística, en un vídeo publicado en su canal de TikTok @bienestar_azavital. Y no lo dice como quien da la razón, sino como quien invita a cuestionar esa conclusión. En su experiencia, muchas rupturas no se producen por discusiones intensas, sino por silencios prolongados, por el desgaste de no actualizar el vínculo emocional.
Incompatibles o desconectados
“No es que no encajéis, es que lleváis demasiado tiempo sin preguntaros cómo os sentís”
Para Azahara, lo que muchas parejas interpretan como incompatibilidad es, en realidad, una distancia emocional no atendida. “Uno necesita hablarlo todo y el otro huye del conflicto; uno quiere intimidad y el otro no le apetece; uno quiere hacer planes y el otro descansar”, resume, en una enumeración que describe a muchas relaciones reales. Pero detrás de esos desencuentros no siempre hay falta de amor. A veces, simplemente, hay un vínculo que no se ha nutrido en mucho tiempo.
