Júlia Martí es una psicóloga especializada en autoexigencia. Desde hace algún tiempo, compagina su labor en consulta con una ardua tarea de divulgación en redes sociales, con el objetivo de hacer accesibles a sus seguidores algunas reflexiones sobre salud mental que considera importantes.
En una entrevista reciente para Guayana Guardian, la especialista expresó que vivimos en una sociedad que no solo premia la autoexigencia, sino que la presenta como una virtud, especialmente en el ámbito laboral. Según su opinión, el resultado de estas dinámicas deshumanizantes es una población enferma y unas consultas psicológicas cada vez más llenas.
Júlia Martí, psicóloga
No obstante, la reconocida psicóloga quiso dejar claro en la conversación con el medio que ser autoexigente no es algo negativo en sí mismo, ya que un grado moderado de autoexigencia es fundamental para alcanzar los objetivos y llevar una vida plena. ''Nos impulsa a esforzarnos y a no conformarnos'', expresó.
En una de las preguntas de la entrevista, se le planteó a la profesional cómo pueden los padres, o quienes cumplen un rol educativo, ayudar a los niños a luchar por sus propósitos sin caer en una autoexigencia estresante o frustrante. Ante tal cuestión, Júlia Martí respondió tajante: ''Para que las nuevas generaciones logren sus propósitos es necesario equilibrar la autoexigencia con el autocuidado. La clave está en fomentar un liderazgo educativo que se aleje de los modelos autoritarios y se acerque a guiar desde la motivación, la reflexión y los límites puestos desde el amor''.
Júlia Martí, psicóloga
''No se trata de ser permisivos, sino de cultivar la cultura del esfuerzo sin dejar de lado el bienestar. Esto implica enseñar a esforzarse y perseverar, pero también a disfrutar del presente, descansar y valorar el autocuidado. Además, es fundamental crear espacios de autoconocimiento desde temprana edad y promover habilidades emocionales y de comunicación. Así, los niños aprenden a gestionar sus emociones de forma saludable mientras luchan por sus objetivos'', sentenció la autora del libro Mujeres que se exigen demasiado.
La infancia y la adolescencia: etapas clave
Tal como expresó la terapeuta, las experiencias vividas durante estas fases vitales tienen, de manera inevitable, un gran impacto en la vida de las personas. ''Las heridas de la infancia influyen profundamente en cómo nos desarrollamos como adultos. Pero también es fundamental atender a lo que tendría que haber ocurrido y no ocurrió. A veces, el impacto no está solo en lo que pasó, sino en lo que faltó'', señaló la creadora digital en la entrevista.
