Deborah Murcia, psicóloga: “Si alguien te retira el afecto o la palabra para castigarte y te dice que no le pasa nada, no estás loca, esto se llama silencio castigador y es manipulación”

Salud Mental

La psicóloga Deborah Murcia, experta en la conducta de personas narcisistas, describe el gaslighting como una de las peores formas de abuso emocional

Déborah Murcia

Déborah Murcia, psicóloga

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Cuando Paula se casó con Gregory, pensó que su matrimonio sería un camino de rosas. Sin embargo, tras mudarse juntos en Londres, empezó a experimentar una serie de fenómenos extraños sin explicación aparente: objetos que desaparecían, ruidos misteriosos y, sobre todo, el parpadeo intermitente de las luces de gas. Gregory insistía en que todo era producto de su imaginación, convenciéndola poco a poco de que estaba perdiendo la cordura. Cuando, en realidad, la estaba manipulando psicológicamente para hacerla dudar de sí misma mientras buscaba unas joyas escondidas en la casa con la intención de robarle su herencia.

¿Te suena la historia? Gaslight se estrenó por primera vez en 1944 y dio origen al término gaslighting, utilizado hoy para describir una forma de manipulación psicológica en la que una persona lleva a otra a cuestionar su percepción de la realidad. El objetivo es ganar poder y control, haciendo que la víctima se sienta confundida, insegura y dependiente del manipulador.

Stressed young married family couple arguing emotionally, blaming lecturing each other, sitting on couch. Depressed husband quarreling with wife, having serious relations communication problems.

Quien ejerce gaslighting suele ser alguien con una fuerte necesidad de control o dominio emocional

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La psicóloga Deborah Murcia, experta en la conducta de personas narcisistas, describe el gaslighting como una de las formas más turbias de abuso emocional. “Cuando alguien te retira el afecto o la palabra para castigarte, y te dice que no le pasa nada cuando le preguntas qué ocurre, asegurándote que son imaginaciones tuyas, no te estás volviendo loco”, explica en uno de sus últimos vídeos publicados en redes sociales, con el objetivo de concienciar sobre este tipo de maltrato psicológico.

Tú no tienes la culpa de nada. Esto se llama silencio castigador, luz de gas, y es manipulación

Déborah Murcia, psicóloga

Murcia añade que, en estas situaciones, es común que la víctima entre en bucle, buscando una explicación y pensando qué habrá hecho mal para incomodar a la otra persona, colocándose en el rol de culpable cuando, en realidad, está siendo manipulada. “Tú no tienes la culpa de nada. Esto se llama silencio castigador, luz de gas, y es manipulación”, afirma.

Aunque es habitual observar este tipo de conducta en relaciones de pareja, también puede darse en otros entornos: en el ámbito familiar, entre amistades e incluso en contextos laborales. Quien ejerce gaslighting suele ser alguien con una fuerte necesidad de control o dominio emocional. A menudo presenta rasgos de personalidad narcisista, manipuladora o directamente abusiva. En algunos casos, puede hacerlo sin plena conciencia de ello, pero en muchos otros es una estrategia deliberada para desestabilizar emocionalmente a la otra persona y reforzar su posición de poder.

Mujer pensando

Cualquiera puede ser víctima de gaslighting, aunque es más frecuente entre personas con baja autoestima

Carlos Gawronski

Cualquiera puede ser víctima, aunque es más frecuente entre personas con baja autoestima, con tendencia a evitar los conflictos o que han vivido relaciones disfuncionales previamente. Algunas señales de alerta son:

-Dudas constantemente de ti mismo. Te preguntas si estás exagerando o si recuerdas bien lo que ocurrió, porque la otra persona insiste en que estás equivocada.

-Te sientes confundido o ansioso sin una razón clara. Cuestionas hechos que antes dabas por seguros y das vueltas una y otra vez a situaciones vividas, tratando de comprobar si fueron reales o no.

-Te disculpas demasiado. Pides perdón con frecuencia, incluso cuando no hiciste nada malo. El agresor suele girar los hechos para presentarse como la víctima.

-Te aíslas o escondes lo que estás viviendo. Temes que te tomen por exagerado o loco, especialmente cuando te enfrentas a frases como “estás exagerando”, “nunca dije eso”, “eres demasiado sensible” o “te lo tomas todo a mal”.

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Detectar los signos de esta forma de abuso no siempre es fácil, pero reconocerlos es el primer paso para ponerle freno.

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