Todos hemos crecido rodeados de mitos que se transmiten de generación en generación y uno de ellos es que, bajo ninguna circunstancia, podemos bañarnos en el mar o en la piscina justo después de haber comido para evitar un corte de digestión. Teníamos que esperar, como mínimo, dos horas. Una afirmación que, ahora, la doctora Sara Marín Berbell, ha matizado en uno de sus vídeos de divulgación en las redes sociales.
La experta en microbiota ha extendido esta recomendación a la ducha porque, pese a que hablar de un corte de digestión es erróneo, sí puede provocarte problemas digestivos: “Lo que realmente pasa es que tu cuerpo está intentando regular la temperatura”, ha afirmado la doctora.
¿Qué le ocurre a nuestro cuerpo?
La difusión del mito del corte de digestión también ha creado la convicción de que, después de comer, sólo nos encontraremos mal si sumergimos todo el cuerpo en el agua y que, por tanto, refrescarnos en la ducha no supondrá ningún problema: Error.
La experta, que utiliza las redes sociales para divulgar sobre salud intestinal, microbiota y salud digestiva; explica que, después de comer, “la sangre va al estómago para ayudar a digerir” todo lo comido porque, en este momento, “el sistema digestivo necesita mucha energía para funcionar”. Ahora bien, este trabajo quedará interrumpido si decides ducharte justo después de comer. “El cuerpo envía toda la sangre a la piel para abrir los vasos y ayudarte a regular la temperatura, quitándole toda la prioridad al estómago”, ha remarcado.
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Cuando te duchas después de comer, el cuerpo envía toda la sangre a la piel para ayudarte a regular la temperatura y le quita la prioridad al estómago”
Entonces, ¿qué le pasa a nuestro cuerpo cuando esto ocurre? Que el cuerpo desvíe la energía del estómago hacia la piel puede producirte “digestiones lentas, acidez e, incluso, mareos”, tal y como ha detallado la doctora.
¿Cuándo debemos esperar para ducharnos?
En este sentido, para la doctora Marín, lo mejor que se puede hacer después de un buen ágape, es esperarse hasta una hora para darse una ducha y, así, evitar que el cuerpo se desregule: “La próxima vez que te hagas una buena comida o cena, sobre todo ahora en verano, espérate 30 o 60 minutos para ducharte”.
Este artículo fue publicado originalmente en RAC1.