En el día a día, el cuerpo consume grandes cantidades de energía, ya que debe llevar a cabo toda una serie de procesos vitales y metabólicos y funciones cognitivas. A esto hay que sumarle otros factores añadidos, como puede ser la exigencia física en el caso de personas que realizan deporte o que han de lidiar con actividades laborales que implican cierto esfuerzo. Para hacer frente a todo esto, el organismo necesita consumir alimentos con valor calórico, según los especialistas de la Clínica Universidad de Navarra. Concretamente, esta energía se obtiene por medio de los hidratos de carbono, los lípidos, las proteínas y el alcohol presente en los alimentos. Por ello, uno de los motivos frecuentes que pueden explicar por qué algunas personas siempre están cansadas tiene que ver con su dieta. Pero esta no es la única razón, dado que hay que tener en cuenta otros condicionantes.
Otro muy común está relacionado con el sueño, debido a que la falta de descanso no permite al cuerpo recuperarse del estrés que sufre durante el día, ni tampoco reparar sus tejidos. Pero, en el caso de estar durmiendo bien, ¿a qué se debe el cansancio? El neuropsicólogo José Antonio Portellano aconseja identificar qué tipo de tensión puede estar detrás de este agotamiento, ya que puede ser un cansancio físico, sensorial, emocional, social o incluso existencial, entre otros. Por todo ello será necesario dar con el principal motivo que provoca esa fatiga para ponerle remedio. Pero también se pueden adoptar otra serie de medidas para sentirse con más energía.
Los dos hábitos para estar más enérgico que recomienda el médico Alexandre Olmos
Afortunadamente, hay varias fórmulas a las que acogerse para sentirse con más energía y no hace falta recurrir ni al gimnasio ni a los suplementos para conseguirlo, según afirma Alexandre Olmos, médico en Epigenética e Internista. A través de una publicación en su perfil de la red social de Instagram, el especialista recomienda adoptar dos hábitos que él mismo lleva a cabo en su día a día y que servirán para aumentar la energía. “Cuando probé esto por primera vez, pasé de estar cansado durante todo el día a sentirme vivo de verdad”, asegura y reconoce que “parece magia”. No obstante, tan solo son dos costumbres que cualquiera puede poner en práctica.
La primera tiene que ver con la exposición al frío, concretamente, al tomar duchas con agua fría. Para ello, Alexandre Olmos recomienda comenzar con duchas de uno o dos minutos. Esto hará que la circulación se active y que se fortalezca el sistema inmunitario, además de aumentar la energía.
El segundo hábito consiste en adelantar la hora de la cena, aproximadamente unas tres horas antes de irse a dormir. Así se mejora la digestión y se favorece el sueño y el descanso.