El truco definitivo de una tecnóloga de alimentos para diferenciar las alergias de las intolerancias: “No son lo mismo, en unas interviene el sistema inmunológico y en la otras no”

Alimentación

Las reacciones y síntomas son más graves en el caso de las alergias alimentarias

Casi la mitad de los españoles evita algún alimento por salud, moda o decisión propia

Beatriz Robles, tecnóloga de alimentos, señala la diferencia entre la alergia y la intolerancia alimentarias.

Beatriz Robles, tecnóloga de alimentos, señala la diferencia entre la alergia y la intolerancia alimentarias.

Entre el 4-6% de los niños y el 1-3% de los adultos sufren alergias o intolerancias alimentarias y, por tanto, consecuencias para su salud tras el consumo de ciertos alimentos, según los datos de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan). Sin embargo, aunque puedan tener algunas cosas en común, se trata de dos condiciones distintas, con diferentes características y, sobre todo, una gravedad muy dispar, por lo que no hay que confundir una alergia con una intolerancia alimentaria. Aunque Hegoi Segurola, nutricionista Coordinador de la Unidad de Suport Nutricional del Hospital Universitario Vall d’Hebron y miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética, añade una tercera categoría a tener en cuenta, la sensibilidad alimentaria. Se trata de un proceso por el cual el organismo responde mediante ciertas molestias digestivas al consumo de determinadas cantidades de alimentos. Un ejemplo de ello, apunta el especialista, es el de la sensibilidad al gluten no celíaca.

En lo que respecta a las alergias e intolerancias, la principal diferencia tiene que ver en qué las produce. Beatriz Robles, tecnóloga de alimentos, durante su intervención en el programa de televisión ‘Saber vivir’, señala que una surge debido a la acción del sistema inmunológico y en otra no. Las personas que padecen intolerancias alimentarias no son capaces de digerir algunos compuestos presentes en los alimentos, por ejemplo, la lactosa. En cambio, en la alergia alimentaria sí interviene el sistema inmunológico. Concretamente, a causa de una “reacción adversa mediada por la inmunoglobulina E (IgE)”, revela Hegoi Segurola. Lo que sucede es que el sistema inmunitario identifica la proteína de ese alimento como un patógeno y, en consecuencia, destaca el proceso alérgico, explica el especialista en patología digestiva. 

¿Cómo saber si se trata de una alergia o de una intolerancia alimentaria?

La intolerancia y la alergia alimentaria no son lo mismo, aunque puedan compartir algunos síntomas. No obstante, ahí es justo donde radica una de las grandes diferencias, según explica Beatriz Robles. En el caso de la intolerancia alimentaria, las náuseas, los vómitos y la diarrea, así como otros signos de malestar digestivo, representan algunas de las manifestaciones más comunes de esta patología. 

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En el caso de la alergia alimentaria, los síntomas pueden ser mucho más graves. “Desde una pequeña urticaria al shock anafiláctico”, indica Beatriz Robles. La Aesan señala algunos similares a los de la intolerancia, como los vómitos, la diarrea o los dolores estomacales. Pero también puede venir acompañado de hinchazón de labios y párpados, picos de boca y garganta o incluso rinitis o asma. Entre las causas más comunes, según Hegoi Segurola, se encuentran la condición genética, el estado de la microbiota intestinal o factores ambientales.

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