La conocida experta en desarrollo personal Raquel Perera visitaba este lunes, 23 de junio, el plató de Zapeando, el programa de La Sexta presentado por Dani Mateo, para hablar sobre un asunto que está a la orden del día, sobre todo en este mes de junio con las famosas graduaciones: cómo gestionar las celebraciones familiares con padres separados.
''Es inevitable el desacuerdo en las celebraciones familiares cuando los padres están separados. Siempre vienen con desacuerdos que si no se gestionan bien pueden estropear el principal motivo por el que se reúnen, que es que el niño pueda disfrutar de ese momento. El grado de dificultad para manejar estas situaciones será mayor cuanto peor es la relación de los padres'', comenzaba diciendo.

Niños y padres hacen cola para entrar al colegio
Según la experta, en muchas ocasiones es aconsejable hacer las celebraciones por separado. ''Pero hay eventos como una graduación o comunión que no se repiten y en estos caso el protocolo indicado es el que beneficia al niño, hay que apostar por un mayor disfrute familiar y dejar los malos rollos a un lado'', explicaba.
Sobre las principales incomodidades que surgen en este tipo de celebraciones, la especialista señalaba que es debido principalmente a conflictos no resueltos, a la falta de comunicación y planificación, a la inclusión de nuevas parejas y a reunir a familiares que aún no lo han superado. Por este motivo, la experta en desarrollo personal explicaba que lo mejor es llevar una actitud generosa y flexible. ''No se trata de fingir un amor o afecto desmesurado, sino de hacer una autorregulación emocional, mostrarse como adultos maduros'', aclaraba.

Raquel Perera, experta en desarrollo personal: ''No hay que usar los eventos familiares con padres separados como un campo de batalla emocional, hay que evitar miradas y actitudes hostiles''
En este sentido, Raquel Perera desvelaba que también es crucial evitar ciertas actitudes o comportamientos. ''Si no puedes evitar el evento, es fundamental evitar las discusiones, los reproches o cualquier actitud de desprecio. No hay que usar los eventos familiares con padres separados como un campo de batalla emocional, es decir, no es el momento de saldar cuentas. Si te cuesta mucho ser amable y decir cosas amables, opta por no decir nada. Hay que evitar los comentarios, las miradas y las actitudes hostiles'', reconocía.
Lo que tampoco es aconsejable es una competición para ver quién es el mejor padre. ''Hay que dejar a un lado ese deseo de protagonismo cuando entran en juego los egos. Y también evitar los intentos de ganar terreno emocional en la celebración haciéndole mejores regalos y tampoco usar el evento para mostrar lo bien o lo mal que estás sin su expareja'', afirmaba.