Xavi Cañellas, psiconeuroinmunólogo: “Cuando un bebé llora y no lo consuelas, no aprende a dormir, activa su eje de estrés y se altera el desarrollo del cerebro emocional”

BIENESTAR

La intervención temprana y el consuelo amoroso no solo ayudan a que el bebé duerma, sino que también protegen su salud emocional

Xavi Cañellas, psiconeuroinmunólogo

Xavi Cañellas, psiconeuroinmunólogo

El bienestar de los bebés no solo depende del amor y la atención que reciben de sus seres queridos, sino también de cómo sus necesidades son respondidas. En palabras de Xavi Cañellas, psiconeuroinmunólogo, cuando un bebé llora y no se le consuela, no aprende a dormir, se desconecta y entra en modo supervivencia. “Nos vendieron que si dejamos llorar a un bebé, aprenderá a dormir solo. Un bebé no manipula, no llora por capricho, llora porque es su forma de hacerte saber que tiene miedo, que tiene sueño, hambre o que necesita estar cerca de ti. Y tengo una mala noticia, cuando deja de llorar, no es que se calme, sino que se rinde”. 

Bebés

Bebés

Natalia Deriabina

Y Cañellas no es el único experto que advierte sobre los efectos nocivos de ignorar el llanto de un bebé. El artículo académico “The Effects of Early Relational Trauma on Right Brain Development, Affect Regulation, and Infant Mental Health” explica cómo el trauma relacional temprano, como el abuso o la negligencia, afecta el cerebro en desarrollo, particularmente el hemisferio derecho, un hemisferio crucial para la gestión de las emociones y las interacciones sociales. 

Durante los primeros años de vida, el cerebro de un bebé es como un plástico, lo que significa que las experiencias tienen un impacto bastante duradero. Por eso, cuando el trauma es constante o prolongado, interrumpe este proceso de desarrollo saludable. En palabras del neuropsicólogo Alan Shore, citado en el artículo, “El estrés excesivo en la infancia activa el eje de estrés y altera el desarrollo del cerebro emocional”. Y este estrés no solo impide el sueño reparador de los bebés, también afecta a su capacidad para regular las emociones. 

Cañellas señala que el llanto es la principal forma en que los bebés comunican sus necesidades. No se trata de manipulación, sino de una llamada de ayuda. Y cuando se le ignora, el bebé no “aprende a dormir solo”, como a veces se piensa. En cambio, “se rinde”, como explica Cañellas. Y esta “rendición” es un signo de desconexión emocional.

La falta de consuelo en esos momentos críticos puede llevar al bebé a un estado de “supervivencia”. En lugar de aprender a regular sus emociones, el cerebro del bebé activa su sistema de estrés, lo que impide la formación de un apego seguro. Esta respuesta es una defensa ante la sensación de abandono y vulnerabilidad, lo que puede alterar la salud mental infantil. Y sin la capacidad de regular sus emociones, los niños pueden desarrollar dificultades emocionales y conductuales que se extienden hasta la adultez, como ansiedad, depresión o dificultades en la formación de relaciones interpersonales.

Bebés

Bebés

Jelena Jovic

De acuerdo con Cañellas, “Cuando un bebé deja de llorar, no se calma, se rinde”. No es que el bebé se haya tranquilizado o aprendido a dormir solo, sino que se ha desconectado para sobrevivir, como un mecanismo de defensa frente al estrés. Por lo tanto, escuchar y consolar el llanto de un bebé no es importante. Es invertir de manera saludable en su bienestar emocional y mental a largo plazo. Como concluye Cañellas, “no se trata de enseñarles a dormir, se trata de enseñarles a sentirse seguros”. Y esa seguridad es la base sobre la cual se construye su desarrollo emocional y social.

Por tanto, el llanto de un bebé es una señal de necesidad, no de manipulación. Ignorarlo o dejarlo llorar durante mucho tiempo puede alterar su desarrollo emocional y cerebral, afectando a su capacidad para relacionarse y para regular sus emociones. 

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...