Loading...

Miriam Ferrer, psicóloga experta en relaciones: “Vigilar el móvil de tu pareja no soluciona el miedo, solo lo alimenta. No arregla nada. Amar de verdad debería darte paz, no ansiedad”

Relaciones

Amar no es controlar ni vigilar, es confiar sin miedo y encontrar paz en la relación

Miriam Ferrer, psicóloga

A veces, el problema no reside en cuánto quieres a alguien, sino en cómo lo haces. En la actualidad, en vidas llenas de estímulos, amar a alguien a veces se puede llegar a confundir incluso con necesidad. Pero aprender a querer a alguien de forma sana, sin hacerlo desde la necesidad, el apego o la desesperación, puede ser complicado. A veces las emociones se mezclan y te impiden amar de forma correcta y desde la paz.

Muchas personas, a día de hoy, confunden el miedo con la necesidad de controlar. Pero el amor es libre, y cuando hay control o ansiedad de por medio, puede que lo que haya detrás no sea amor, sino algo más profundo. Por ejemplo, el miedo. En algunas relaciones aparece esa necesidad de controlar y querer revisar lo que hace el otro todo el tiempo.

“Mi pareja presta más atención al móvil que a mí”.

Getty Images

Pero, como explica la psicóloga Miriam Ferrer (@miriamferrerpsicologa), amar de verdad no debería generar ansiedad. Debería darte paz. Cuando una relación se convierte en un constante estado de vigilancia porque dudas de lo que hace tu pareja, es importante pararse a pensar: ¿Por qué necesito mirar su móvil? ¿Por qué me siento mal si no sé en todo momento qué está haciendo? La experta señala que estos comportamientos no surgen por amor, sino por miedo: miedo a perder, a que nos engañen, a que nos hagan daño.

No se trata de amar más, se trata de aprender a amar sin miedo

Miriam Ferrer, psicóloga

Ferrer lo resume así: “No se trata de amar más, se trata de aprender a amar sin miedo”. Es decir, no basta con querer mucho a alguien. Si no hay confianza, el amor no puede crecer sano. En ocasiones, como muchos expertos coinciden, querer a alguien para estar con esa persona no es suficiente. Va más allá. Porque si no se quiere bien, se puede llegar a desgastar la relación, agotarla emocionalmente y hacer que vivamos en alerta constante.

Pareja discutiendo

Pexels

En uno de sus vídeos, la psicóloga cuenta el ejemplo de una amiga suya llamada Julia. Hablando con ella, le contó lo que le pasó a un conocido: su pareja le volvió a revisar el móvil mientras dormía. Él se despertó y le dijo con calma: “Si necesitas espiarme es que no confías en mí. Y si no confías en mí, ¿qué estamos haciendo juntos?”. Esa frase, sin reproches ni gritos, refleja algo muy profundo.

Si necesitas espiarme es que no confías en mí. Y si no confías en mí, ¿qué estamos haciendo juntos?

Miriam Ferrer, psicóloga

Cuando una persona siente que necesita controlar para estar tranquila, es porque ya no se siente segura en la relación. Y cuando eso ocurre, la confianza ya está rota. “Vigilar no soluciona el miedo. Solo lo alimenta”, señala Ferrer. El resultado es que ambos se sienten peor: uno, por dudar; el otro, por sentirse invadido.

Lee también

Dra. Sara Marin, médica: “Cuando duermes del lado derecho, el estómago queda por encima del esófago y el ácido suba hacia la boca, provocando reflujo, malas digestiones o gases”

Judit González Pernías

Entonces, la psicóloga recomienda que, si te encuentras en esta situación, lo primero que debes hacer es ser honesta contigo misma. Preguntarte si esa relación te da calma… o solo ansiedad. Y a partir de ahí, decidir. Porque el amor no debería doler, ni generar angustia. El amor debería ser un lugar seguro. Como concluye la psicóloga: “El amor no es vigilar. Es confiar. Si necesitas revisar, tal vez es hora de revisar la relación, no el móvil del otro”.