Montse Cazcarra, psicóloga: ''Si creciste creyendo que enfadarte te hacía mala persona, es posible que no te hayas protegido cuando tu bienestar emocional lo requería''

Salud emocional

Montse Cazcarra, psicóloga: ''Si creciste creyendo que enfadarte te hacía mala persona, es posible que no te hayas protegido cuando tu bienestar emocional lo requería''

Montse Cazcarra, psicóloga: ''Si creciste creyendo que enfadarte te hacía mala persona, es posible que no te hayas protegido cuando tu bienestar emocional lo requería''

Varias/LV

Expresar enfado está socialmente mal visto y se teme, especialmente cuando se asocia a una pérdida de control. Sin embargo, el enfado es una emoción natural y legítima que, si se gestiona de manera sana y correcta, nos puede ayudar a expresar nuestros sentimientos y a proteger nuestro bienestar emocional. Por este motivo, la psicóloga Montse Cazcarra lanzaba una profunda reflexión en sus redes relacionada con el tema. 

''Si tu enfado incomodaba; si tu enfado era invisibilizado, o incluso, si no había lugar para el enfado y no has podido aprender a relacionarte con esta emoción de forma sana…es posible que, por el camino, hayas perdido la oportunidad de protegerte de situaciones que te hacían daño'', comenzaba diciendo. 

Aunque la experta reconocía que ''el enfado puede tener mala prensa''-algo que, según su criterio, debería ser revisado- porque incomoda especialmente, también explicaba que es una emoción ''muy útil'' por varios motivos. ''El enfado nos protege; nos manda una señal de alerta que nos dice algo como: 'Detente; esto merece tu atención. Vamos a movilizar recursos para protegerte, poner límites y cuidarte''', aseguraba. 

Lee también

Sara Marín, doctora: ''No hay una regla ideal. El color de tu sangrado puede decir mucho de tus hormonas y de tu salud''

Nerea Parraga Frutos
Sara Marín, doctora: ''No hay una regla ideal. El color de tu sangrado puede decir mucho de tus hormonas y de tu salud''

Y esto es imposible que suceda si has aprendido que el enfado ''era inadecuado, no era válido, nos hacía 'enfadicas' o incluso que eso podía significar ''que éramos malas personas''. ''Si creciste creyendo que enfadarte te hacía mala persona, es posible que no te hayas protegido cuando tu bienestar emocional lo requería. Por eso es probable que, en un sistema donde nuestro enfado incomodaba, no era bienvenido y mucho menos validado, hayamos aprendido a acallarlo, a invisibilizarlo e incluso a demonizarlo'', dejaba claro la experta. 

Spouses quarreling at home, frustrated wife listen claims from angry husband, focus of female. Head shot married couple have bad difficult relations. Break up unexpected pregnancy and divorce concept

Un pareja discutiendo

Getty Images/iStockphoto

Además, la psicóloga recordaba que para poder construir una relación sana con el enfado es esencial consultar a profesionales. Y es que da igual la situación que nos haya llevado a creer que expresar nuestro enfado para poner límites está mal, ya que, según Montse Cazcarra muchas veces el problema es que confundimos enfado con complacencia, dos términos que están estrechamente relacionados. 

''Si sientes que no tienes una buena relación con el enfado, ya sea porque sigues acallándolo para no incomodar, ya sea porque la complacencia suele ser tu respuesta 'por defecto', ya sea porque no conectas con esa emoción incluso si, desde la razón, sabes que tienes razones para hacerlo, ya sea porque acumulas y acumulas, pero terminas explotando y no te gusta hacerlo, ya sea porque, de tanto callar, ahora pones límites pero sientes que no lo haces de forma asertiva, sino que sientes que te has ido al otro extremo, y te gustaría hacer este trabajo interno acompañada/o'', recordaba. 

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...