Descansar adecuadamente es esencial, por lo tanto, no debe considerarse un lujo ni un privilegio, sino una necesidad básica e indispensable para la vida humana. Además, la calidad del descanso repercute directamente en la salud física, mental y emocional. Por ello, el doctor Eduard Estivill explica por qué es importante invertir en un buen colchón y cuándo este empieza a deteriorarse.

El descanso es fundamental para una buena salud.
El doctor Eduard Estivill, nacido en Barcelona, es uno de los especialistas más destacados en medicina del sueño en España. Como experto en trastornos del sueño y autor de libros como Duérmete, niño y El método Tokei, habla de la salud del sueño y de las técnicas de descanso respaldadas por la ciencia.
Según Estivill, no basta con dormir las horas correspondientes de sueño, sino que también hay que cuidar la base del descanso: el colchón. Como cualquier material, con el paso del tiempo se deteriora y, sin que nos demos cuenta, puede convertirse en un factor que impida un sueño de calidad: “Si pudiéramos ver lo que hay dentro, nos iríamos corriendo”, empieza explicando.
Si pudiéramos ver lo que hay dentro, nos iríamos corriendo
Pasamos aproximadamente un tercio de nuestra vida durmiendo, lo que equivale a unos 25 años, periodo durante el cual el cuerpo se regenera, descansa y recupera fuerzas para afrontar a rutina diaria. “No le damos importancia cuando es el sitio donde nos pasamos más tiempo de nuestra vida. Entonces hay que cambiarlo, como mínimo, cada cinco años,” señala.
Con el uso, el colchón pierde forma y firmeza, se hunde y se convierte en un lugar donde se acumulan ácaros y bacterias. Estivill recomienda cambiarlo cada cinco años para evitar que su deterioro provoque malas posturas y dolores de espalda. “No nos tiene que importar gastarnos el dinero. Porque, si tú cuentas qué cuesta dormir cada día en un buen colchón, aunque pagues tres mil euros, te sale a cuenta. ¿Saldrá un euro día o menos?”, afirma.
No le damos importancia al colchón, cuando es el sitio donde nos pasamos más tiempo de nuestra vida
En los últimos años, la tecnología ha avanzado mucho y, actualmente existen colchones que responden a muchas necesidades. En cuanto al tipo de colchón, numerosos expertos coinciden en que los más recomendables son los de firmeza media, especialmente para quienes padecen dolor lumbar, ya que favorece una mejor alineación de la columna durante el sueño.
Aunque un colchón de calidad pueda parecer caro, Estivill asegura que es un dinero bien invertido y rentable porque repercute directamente en la salud. Por ello, aconseja, al adquirir uno, fijarse sobre todo en el material, - adaptándose a tus necesidades-, y la calidad de fabricación.
Una vez comprado el colchón adecuado, hay que prestar atención de su estado y sustituirlo a los cinco años o antes, si se deteriora visiblemente. De hecho, la mayoría de fabricantes y especialistas coinciden en que su vida útil ronda entre los cinco y diez años.