Con la llegada de las olas de calor cada vez más frecuentes, muchos aspectos de la vida cotidiana se ven afectados. Y uno de los más desconocidos, y potencialmente peligrosos, es el impacto de las altas temperaturas en los medicamentos que guardamos en casa.
En este contexto, con el termómetro superando con frecuencia los 30 grados en buena parte del país, la farmacéutica y divulgadora Boticaria García ha lanzado una advertencia clara y directa en Antena 3: el calor puede estropear algunos medicamentos.
“Hay medicamentos que tenemos en casa que, cuando hay más de 25 grados de temperatura, algo habitual hoy en día, se estropean”, asegura la experta, que explicó cómo pueden perder efectividad o incluso volverse peligrosos si no se conservan adecuadamente.
Medicamentos en riesgo
Del más crítico al menos sensible
Para facilitar su comprensión, García ha clasificado los medicamentos en función de la gravedad de los efectos que provoca su deterioro térmico, usando un sistema de colores: negro, rojo, naranja y amarillo.
En el grupo negro, es decir, el de riesgo máximo, se encuentra la adrenalina, usada en situaciones de emergencia como reacciones alérgicas graves. “A partir de 25 grados, la adrenalina se altera muy fácilmente. Puede que no funcione cuando se necesita. Y eso puede causar la muerte”, advierte.
En el grupo rojo, se sitúan medicamentos como la nitroglicerina, utilizada para tratar problemas cardíacos. Según la farmacéutica, son también muy “sensibles” al calor y pueden perder eficacia si no se almacenan en un lugar fresco.
En el nivel naranja, figuran fármacos que, aunque no comprometen la vida de forma directa, sí pueden tener consecuencias importantes si dejan de hacer efecto:
- Anticonceptivos orales, cuya pérdida de efectividad puede derivar en “embarazos no deseados”.
- Pastillas tiroideas, esenciales para quienes padecen hipotiroidismo.
- Colirios oftálmicos, muy sensibles a los cambios de temperatura, sobre todo si contienen antibióticos o antiinflamatorios.
Por último, en el nivel amarillo, se encuentran aquellos medicamentos que se alteran menos, pero cuyo modo de aplicación puede verse afectado por el calor. Es el caso de “las cremas o los supositorios y óvulos, que pueden descomponerse o separar sus fases si no se conservan correctamente”.
En definitiva, aunque no todos los fármacos sufren alteraciones irreversibles con temperaturas superiores a 25 ºC, muchos sí lo hacen. Por eso, la farmacéutica recomienda revisar la ubicación de los medicamentos en casa y no guardarlos en lugares expuestos al calor.