Desde pequeños, aprendemos a evitar conflictos para mantener la paz a nuestro alrededor y conservar las buenas relaciones. Por eso, tendemos a callar lo que realmente sentimos o pensamos, todo para no generar situaciones incómodas o dañar a la otra persona.
Aunque en muchas ocasiones es un acto de supervivencia y protección personal, muchos profesionales de la salud mental han advertido que callarse estas emociones puede volverse contraproducente, afectando tanto nuestro bienestar emocional como físico.
Un hombre reflexionando en una ventana
En una de sus últimas publicaciones en X, plataforma anteriormente conocida como Twitter, el psicólogo Luis Miguel Real abordó esta cuestión y explicó que callar lo que a uno le molesta es aceptar que la propia incomodidad vale menos que la tranquilidad ajena, algo que, a la larga, acaba pasando factura.
''Cada vez que te tragas lo que sientes, le estás diciendo a tu cerebro: 'Mejor aguantar que incomodar'. Y eso no es respeto, es sumisión. El problema es que al principio parece que funciona. Evitas una discusión, mantienes la calma, nadie se enfada. Pero lo que estás haciendo por dentro es acumular. Vas llenando una mochila emocional que tarde o temprano explota. O revienta en forma de ansiedad, tristeza, distanciamiento o directamente rabia contenida que un día sale a lo bestia por una tontería'', expresó el creador digital.
Callarte lo que te molesta para que el otro no se moleste suena a “paz”, pero en realidad es dinamita con mecha lenta. Es aceptar que tu incomodidad vale menos que la tranquilidad ajena. Y a la larga, eso te pasa factura.
— Luis Miguel Real 🧠 Psicólogo (@LuisMiguelReal4) July 31, 2025
El autor de No pienses en un oso verde y La mentira de la fuerza de voluntad explicó que convertir el silencio en una estrategia de resolución de conflictos es, en realidad, una forma de no querer molestar, de encajar y hacerse pequeño, lo que, poco a poco, hará que pierdas voz.
''Una relación donde solo uno puede decir lo que le molesta no es una relación equilibrada, es un juego de poder mal disfrazado. Y no, no se trata de soltarlo todo sin filtro. Se trata de expresar desde el respeto, pero también desde la firmeza'', sentenció el creador de contenido.
Priorizar el bienestar propio
A modo de conclusión, el psicólogo destacó la importancia de expresar las dolencias propias, poniendo especial atención en no destruir al otro, pero manteniendo siempre el bienestar propio como una prioridad.
''Si cada vez que algo te incomoda eliges callar, no estás evitando el conflicto, estás aplazando el desastre. Al final, lo que no se habla se convierte en distancia. Y lo que callas para no perder a alguien, termina haciéndote perderte a ti'', sentenció el destacado escritor en la plataforma de microblogging.
