“La sal es mala”, “hay que comer cinco veces al día” o “mejor elegir siempre productos light”. Estas son algunas de las recomendaciones que hemos escuchado durante mucho tiempo y que nos prometían una vida más saludable. Pero ¿y si los nuevos avances nos dijeran que estas recomendaciones no son del todo ciertas?
Nuestra vida avanza, y también lo hacen los estudios que buscan ayudarnos a ser más longevos y más saludables. Y con ellos llegan nuevas respuestas muy reveladoras, que nos invitan a replantearnos cómo afrontamos los hábitos del día a día.
“Hay consejos para mejorar nuestra salud que hemos escuchado toda la vida, pero cuando los analizas desde la ciencia actual, resulta que no son tan saludables como creíamos”, explica el cardiólogo Aurelio Rojas. “Por eso, como médico, hoy quiero hablar de tres recomendaciones clásicas que pueden no ser lo mejor para ti”.
Persona saludable
Muchos de estos consejos han sido defendidos incluso por la OMS. Pero la ciencia avanza, y hoy algunas de esas ideas se tambalean. El doctor Aurelio Rojas, a través de su cuenta de Instagram (@doctorrojass), señala tres recomendaciones que quizá no son tan saludables como pensábamos.
Elegir productos bajos en grasa
Durante mucho tiempo, la grasa ha sido el enemigo público número uno. Eso ha provocado varias cosas, como que los supermercados se llenen de productos “light” cargados de azúcar, almidones y aditivos.
“La grasa no es el problema. El azúcar y el ultraprocesado sí”, resume Rojas. Y no lo dice solo él: estudios como el de Mozaffarian (JAMA, 2015) o Schwingshackl (Am J Clin Nutr, 2017) demuestran que las grasas saludables como las del aceite de oliva, los frutos secos o el pescado azul no solo no perjudican, sino que protegen el corazón y el cerebro.
Comer cinco veces al día
Otra recomendación muy extendida es la de hacer cinco comidas al día para “activar el metabolismo”. Pero la evidencia más reciente no apoya esta idea. “Comer constantemente genera más picos de glucosa, más insulina y más inflamación, que hoy sabemos que es uno de los grandes causantes de la enfermedad del siglo XXI”, señala Rojas.
Comida saludable
El ayuno intermitente, en cambio, mejora la sensibilidad a la insulina, reduce la inflamación y activa procesos beneficiosos como la autofagia (una especie de limpieza interna que favorece la regeneración celular).
Reducir la sal al mínimo
La OMS recomienda no superar los 5 g de sal al día. Sin embargo, los estudios más recientes , como el de Mente y colaboradores (Lancet, 2016) y el de O’Donnell (Eur Heart J, 2020), muestran una curva en U: consumir muy poca sal puede ser tan perjudicial como pasarse, sobre todo en personas sanas y activas.
“Si eliminas demasiada sal, también aumentas el riesgo de problemas de corazón, especialmente si haces deporte o llevas una vida activa”, advierte el cardiólogo Aurelio Rojas.
¿La clave? Diferenciar entre la sal que añades en casa y el sodio oculto en los ultraprocesados. “Probablemente el verdadero enemigo no es la sal del salero, sino la que no ves: la que viene en productos industriales”, apunta.
