El tomate es un ingrediente indispensable dentro de la dieta mediterránea, considerada como una de las más saludables y sostenibles capaz de aportar una adecuada nutrición, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Además, su versatilidad facilita en buena medida la tarea de incluir este alimento en la dieta. Ya sea troceado y como parte de una ensalada, a modo de guarnición en platos de carne o pescado, en un refrescante formato líquido como es el gazpacho tradicional, o incluso relleno. Aunque la forma más sencilla y rápida, además de la favorita por muchos, consiste en cortarlo en porciones y verter sobre ellas un chorrito de aceite de oliva virgen extra y salpimentar. Además de sus beneficios desde el punto de vista culinario, lo que convierte al tomate en un alimento esencial son sus propiedades saludables.
Entre sus grandes virtudes destaca su contenido en vitamina C, un antioxidante fundamental para mantener fortalecido el sistema inmunológico y protegerlo contra el daño oxidativo, señala Manuel Viso, médico y divulgador. De hecho, una ración de tomate cubre el 61% de la ingesta recomendada de vitamina C, según la Fundación Española de la Nutrición (FEN). Sin embargo, hay que destacar otro de sus componentes más interesantes para la salud del organismo, el licopeno. “El tomate contiene licopeno, un potentísimo antioxidante que protege nuestro corazón, nuestra piel y, sobre todo, previene de varios tipos de cáncer”, asegura el especialista, a través de un vídeo publicado en su perfil de la red social de Instagram. “Además, es rico en agua y fibra, por lo que nos hidrata y protege nuestra microbiota”.
El papel del licopeno a la hora de prevenir algunos tipos de cáncer
El licopeno es un carotenoide que posee efectos antioxidantes, antiinflamatorios y quimioterapéuticos, según afirman estudios como el llevado a cabo por un equipo especializado de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Yucatán, en México, en colaboración con el Instituto de Biomedicina de la Universidad de León. Las propiedades del licopeno suponen una medida preventiva y terapéutica no farmacológica para diferentes tipos de enfermedades, entre las que se incluyen algunas clases de cáncer. Aunque también ha mostrado sus efectos a la hora de evitar enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas, apuntan en el estudio.
¿Cómo actúa el licopeno para lograr esto? Un estudio, elaborado por investigadores del Departamento de Ingeniería de Alimentos de la Universidad Técnica de Estambul, señala que el licopeno modula los factores de crecimiento, proteínas, esteroides y otros materiales bioquímicos que podrían entrar en contacto con los receptores de la superficie celular. Esto provoca una serie de procesos que actúan como una protección frente a las células cancerosas y tumorales.