Sentir que en una relación uno siempre es quien llama, quien propone planes o quien tira del carro puede desgastar hasta el punto de convertir el vínculo en una fuente constante de frustración. La psicóloga Alicia González, especialista en relaciones, propone una pregunta sencilla pero directa para detectar si esa es la dinámica real de tu pareja o si, por el contrario, atraviesas un momento puntual de desequilibrio: ”¿Cuánto hay de ti en vuestra relación?”.
La propuesta, que González comparte en un vídeo en redes sociales, no se limita a evaluar lo que está pasando ahora mismo, sino a hacer un balance de toda la historia en común. “En el presente, tu porcentaje puede ser muy superior, pero es importante colocarlo en el contexto general de tu vida”, señala. En otras palabras, se trata de valorar si ese esfuerzo extra por tu parte ha sido la tónica habitual o si la otra persona ha estado más presente en etapas pasadas.
Esta reflexión, según la psicóloga, puede arrojar dos tipos de conclusiones: por un lado, que el desequilibrio es pasajero y que merece la pena ser paciente, lo que ayuda a reducir el resentimiento; por otro, que la sensación de abandono es constante y define la relación. En ese caso, el ejercicio sirve para confirmar que es momento de replantearse el vínculo.
Pero la clave, advierte González, está en no quedarse en la simple observación. “Si no haces nada, no esperes que las cosas cambien”, subraya. El siguiente paso es tomar decisiones: desde adoptar una actitud más comprensiva hasta poner distancia para protegerse emocionalmente.

Alicia González nos habla de cómo afrontar ser quien lleva la voz cantante en una relación y no ver reciprocidad
Para la psicóloga, uno de los errores más comunes es quedarse quieto, acumulando malestar y esperando que el otro cambie sin que haya ninguna conversación o ajuste real. “Lo habitual es observar, acumular y no movernos”, apunta. Sin embargo, esa pasividad suele acabar en resentimiento y en una relación cada vez más fría.
Si no haces nada, no esperes que las cosas cambien
Identificar si siempre vas detrás en tu relación no es solo una cuestión de orgullo, sino de salud emocional. Reconocer el patrón, ponerlo en perspectiva y actuar puede ser la diferencia entre reparar un vínculo y quedar atrapado en una dinámica que agota y frustra.