En una de sus conferencias, el empresario y profesor Emilio Duró lanza una pregunta que deja pensativo a todo aquel que lo escucha: “¿Sabemos que cada día tomamos alrededor de 35.000 decisiones? Entonces, ¿qué es lo que nos vamos a jugar?”. Con esta idea, desmonta la célebre frase “me la juego, el tren pasa una vez en la vida” y la transforma: el tren pasa 35.000 veces cada día.
Duró también recuerda otra expresión popular, “el que se para lo adelantan”, y la interpreta desde una óptica más relajada: si nos tienen que adelantar por detenernos, que nos adelanten. Lo importante no es vivir con la presión constante de la carrera, sino aprender a disfrutar del viaje.
@aprendemosjuntosbbva ¿Podemos reprogramar nuestra mente para ver lo positivo? El empresario y profesor Emilio Duró explica cómo podemos empezar a darle más importancia a lo bueno por encima de lo malo. #EmilioDuro #Psicologia #SaludMental #Bienestar #Aprendemosjuntos ♬ sonido original - Aprendemos juntos
Según el experto, nuestra mente está entrenada para detectar el error. Si hay una falta de ortografía en una página, lo primero que veremos será la falta, no el resto del texto. Esto se debe a que el cerebro es un buscador cuyo objetivo principal es sobrevivir, no vivir. Y esa tendencia nos hace prestar más atención a lo negativo que a lo positivo.
Por eso, propone un cambio de enfoque: reprogramar la mente para que, al mirarnos en el espejo, no fijemos toda nuestra atención en un grano, sino en la cara entera. Para él, la pregunta clave es cómo podemos, cada mañana, decirnos a nosotros mismos todo lo bueno que tenemos en lugar de lo que nos falta.
Duró invita a reflexionar sobre cuántos de nosotros tenemos una lista con las cosas buenas de nuestra vida, cuántos cantamos o hemos cantado con la familia. “Nos hemos cargado el arte, el baile, el cante… y no hay nada mejor que cantar para mejorar el estado de ánimo”, afirma. Recuperar estas pequeñas prácticas, dice, es esencial para sentirnos vivos.
También señala que, muchas veces, decimos “no nos enfademos” y terminamos más enfadados. El motivo es que usamos la razón para justificar lo que sentimos, cuando en realidad todo en la vida empieza y termina con una emoción. Esa desconexión emocional, advierte, nos ha llevado a perder miles de años de sabiduría acumulada.
Salud
“Nuestra mente busca sobrevivir, no vivir. Hay que enseñarle a ver la cara, no el grano”, Emilio Duró
Para Duró, las letras, la música y la filosofía no buscaban el “cómo”, sino el “por qué” y el “para qué”. Recuperar esas preguntas profundas, ¿por qué naciste?, ¿para qué?, y responderlas desde un lugar positivo es, según él, la clave para darle más importancia a lo bueno que a lo malo y vivir una vida con sentido y plenitud.