La farmacéutica Gemma Rubís, a través de su cuenta de TikTok, ha explicado que la práctica regular de ejercicio físico activa unas proteínas llamadas mioquinas, capaces de rejuvenecer el organismo y mejorar de forma significativa la salud de las mujeres a partir de los 40 años. Estas sustancias, liberadas por los músculos durante el movimiento, actúan como mensajeros que influyen en procesos clave para el bienestar general.
Las mioquinas desempeñan un papel fundamental en el organismo: ayudan a regular el metabolismo, mejorar el estado de ánimo y potenciar la salud global. Su acción no solo se limita al sistema muscular, sino que tiene un alcance integral, beneficiando desde la salud cardiovascular hasta la función cerebral. Este impacto positivo se hace especialmente relevante en etapas como la menopausia, donde los cambios hormonales pueden afectar de manera notable el cuerpo y la mente.
@farmacia_rubis ¿Sabías que tu cuerpo tiene su propio sistema de reparación? Se activa cuando te mueves. Se llaman mioquinas. Y son proteínas que rejuvenecen tu piel, tu energía, tu ánimo. No necesitas entrenar como una atleta. Solo empezar. Caminar. Respirar. Moverte. Tonificarte. Tu cuerpo hará el resto. 💪 ¿Te acompaño?
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Un estudio reciente analizó durante 12 semanas a un grupo de mujeres posmenopáusicas con obesidad, sometiéndolas a un programa de entrenamiento. Los resultados fueron contundentes: se observaron mejoras visibles tanto a nivel físico como mental. La combinación de ejercicio aeróbico y de resistencia no solo redujo parámetros asociados al riesgo cardiovascular, sino que también elevó la energía, el ánimo y la calidad de vida de las participantes.
Rubís recomienda dividir la actividad física en dos tipos. Por un lado, el ejercicio aeróbico, como caminar, montar en bicicleta o realizar cardio suave, que favorece la resistencia cardiovascular. Por otro lado, el entrenamiento de fuerza, que incluye el uso de pesas, bandas elásticas o el propio peso corporal, es fundamental para mantener y desarrollar masa muscular. La experta insiste en que la clave está en combinar ambos para potenciar sus beneficios.
Existen diferentes tipos de mioquinas con funciones específicas. La IL-6 contribuye a regular la inflamación en el organismo, la IL-15 promueve el crecimiento muscular, y el BDNF favorece la salud cerebral y mejora el estado de ánimo. Esta acción conjunta explica por qué el ejercicio regular no solo fortalece el cuerpo, sino que también protege la mente.
Según la farmacéutica, la liberación de mioquinas a través de la actividad física ayuda a combatir la inflamación, fortalecer la musculatura, aumentar la energía, mejorar el ánimo y preservar la función cerebral con el paso de los años. Por ello, el ejercicio se convierte en una herramienta preventiva de gran valor frente al envejecimiento y a numerosas enfermedades crónicas.
Ejercicio
Las mioquinas liberadas con el ejercicio fortalecen el cuerpo, protegen la mente y combaten el envejecimiento.
Para quienes deseen empezar, Rubís aconseja iniciar con tres sesiones semanales de unos 30 minutos de duración. La recomendación es comenzar caminando y complementarlo con ejercicios de fuerza que utilicen el peso corporal y bandas elásticas. De esta forma, se establece una rutina asequible, sostenible y con un potencial enorme para transformar la salud y el bienestar a largo plazo.