Una tortilla francesa es una cena bastante socorrida. Se tarda poco en hacer y es fácil de preparar. Para cocinarla, hace falta tener algunos huevos en casa. Y es que, como reza el dicho popular, no se puede hacer una tortilla sin romper algunos huevos.
Lo primero que hacemos al llegar de la compra si hemos adquirido huevos es meterlos en la nevera. Es un gesto automático, aunque en el supermercado de turno los cogemos de un estante seco.
¿Por qué en la tiendas no están en frío? La Boticaria García, farmacéutica y experta en nutrición, ha explicado el motivo a través de su cuenta en Instagram, donde cuenta con cientos de miles de seguidores.
La principal razón es que los huevos “sudan”, ya que tienen entre 7.000 y 12.000 poros. No obstante, el huevo está protegido por una especie de capa que deja que pase el oxígeno, ya que en teoría “dentro tiene que haber un polluelo”. Si en el súper estuvieran en frío, al meterlos en el coche se daría ese fenómeno de sudoración.
La cocina es un mal lugar para conservar un paquete de huevos
Si el huevo suda, esa cutícula puede desaparecer, lo que propicia la aparición de bacterias. Si en casa los guardamos en frío es porque en la cocina hay cambios constantes de temperatura. Para finalizar, Boticaria advierte de que no hay que ponerlos en la puerta de la nevera, ya que ahí también se producen esos cambios.