Dormir con el ventilador encendido, comer más fruta o reducir el uso del maquillaje son cambios habituales cuando suben las temperaturas. Sin embargo, hay hábitos que no conviene abandonar aunque el calor agobie, y uno de ellos es seguir aplicando retinol. Este ingrediente, presente en muchas rutinas de cuidado facial, no pierde su utilidad en verano y, según los expertos, puede ser incluso más necesario en esta época.
El aumento de horas de sol y la mayor exposición diaria hacen que la piel acumule un exceso de radiación ultravioleta. Esa sobrecarga favorece la aparición de arrugas finas, manchas y una pérdida progresiva de luminosidad que, si no se trata, puede hacerse más visible con el tiempo. El retinol actúa como renovador celular, estimulando la regeneración desde capas internas y reduciendo el riesgo de que ese daño se mantenga.
Constancia
El retinol solo funciona en verano cuando se combina con protección solar
Adrián Alegre, dermatólogo, explicó en una publicación en redes sociales que “el retinol se debe usar en verano porque durante los meses de más sol, nuestra piel acumula más daño solar”. Este tipo de tratamientos no solo ayuda a mejorar el aspecto general, sino que también contribuye a reforzar la textura y uniformidad del cutis.
Quienes empiecen a utilizarlo en estos meses deberían optar por concentraciones bajas y aplicar el producto de forma controlada. Esa adaptación progresiva reduce la probabilidad de irritaciones y permite que la piel se acostumbre sin molestias. Para quienes ya lo incluyen en su rutina, la recomendación es mantener la dosis habitual, evitando aumentos que puedan resultar agresivos.
En caso de notar enrojecimiento o sequedad, se aconseja espaciar su uso en noches alternas y aplicar una crema hidratante justo después. También es importante evitar áreas sensibles como el contorno de ojos o las comisuras de los labios, donde la piel es más fina y puede reaccionar con facilidad.
El empleo del retinol durante el verano requiere una condición indispensable: acompañarlo siempre de un fotoprotector de amplio espectro durante el día. Sin esa protección, cualquier beneficio nocturno se ve comprometido. En palabras de varios dermatólogos, la combinación de retinol y protección solar diaria es una de las fórmulas más efectivas para prevenir el envejecimiento prematuro.
Y aunque cambiar la crema de invierno por otra más ligera es habitual en estas fechas, mantener el bote de retinol en el neceser de verano puede marcar la diferencia cuando llegue septiembre.