Natividad Cano, dermatóloga: “Si estás en la sombrilla, pero sacas las piernas, se activará el melasma; protégete porque el que avisa no es traidor”

Prevención

Este tipo de manchas suele intensificarse con la radiación ultravioleta y la luz visible, por lo que las medidas preventivas van más allá de aplicar crema solar en el rostro

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Natividad Cano

Natividad Cano

Una escapada a la playa puede ser el momento perfecto para relajarse, pero también trae un reto para la piel. Las horas al aire libre, los paseos por la orilla o las comidas en terrazas bajo el sol multiplican la exposición a la radiación, incluso cuando se busca la sombra.

Esa acumulación de luz, directa o reflejada, favorece la reactivación de problemas cutáneos como el melasma, una hiperpigmentación que oscurece zonas concretas del rostro y que tiende a intensificarse en los meses más cálidos.

Fotoprotección constante

El sol sigue afectando a la piel incluso cuando se busca refugio bajo la sombra

En este contexto, la dermatóloga Natividad Cano ha advertido en redes sociales de que limitarse a permanecer bajo una sombrilla no siempre es suficiente. Explica que los rayos solares pueden incidir de forma indirecta y afectar incluso a quienes creen estar protegidos. “Si estás en la sombrilla, pero sacas las piernas, se activará el melasma; protégete porque el que avisa no es traidor”, ha señalado en su cuenta de Instagram, recordando que la radiación refleja en superficies como arena o agua también cuenta.

Cano detalla que el melasma se activa con la luz ultravioleta y, en algunos casos, con la luz visible. Esto implica que, aunque el cuerpo esté parcialmente cubierto, las zonas expuestas pueden reaccionar y oscurecerse.

La experta recomienda utilizar fotoprotector de amplio espectro durante todo el día, reaplicarlo cada dos horas y no descuidar partes del cuerpo que suelen olvidarse, como brazos, piernas o pies. Según explica, este cuidado debe mantenerse incluso cuando se usan gorros, gafas o ropa protectora.

Además, subraya que los tratamientos despigmentantes no tienen por qué interrumpirse en verano. Aunque muchas personas prefieren retomarlos en otoño, Cano señala que existen opciones compatibles con el sol siempre que se combinen con una buena fotoprotección. De este modo, se puede evitar que el trabajo previo de aclarar las manchas se vea comprometido tras unas semanas de exposición intensa.

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En su mensaje, la especialista insiste en que la prevención es el paso más efectivo, ya que revertir las manchas puede requerir meses de constancia. Por eso anima a mantener hábitos como aplicar protección antes de salir de casa y llevar siempre un envase a mano para reforzar la barrera cutánea. Al fin y al cabo, un rato de paseo por la playa puede acabar siendo más largo de lo previsto y el sol, como recuerda Cano, no suele dar segundas oportunidades.

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