El psicólogo Javier de Haro ha compartido una reflexión a través de las redes sociales sobre el valor del perdón y la responsabilidad personal.
Desde su punto de vista, pedir disculpas no es suficiente si no se acompaña de un cambio real en la conducta. “El perdón no se dice, se hace. Y no hay mejor forma de hacerlo que aprendiendo y evitándolo la próxima vez”, señaló en su post.
Javier criticó la tendencia a justificar los propios errores con frases como “yo soy así” o “yo en seguida pierdo la paciencia”, lo que, según explicó, genera determinismos que impiden el crecimiento personal y afectan negativamente a quienes nos rodean, especialmente a los hijos.
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“Una de las cosas contra las que más intento luchar son los determinismos. El ‘es que yo soy así’ que nos hace justificar nuestras carencias y quedarnos anclados ahí”, escribió el experto.
El experto recordó que todo comportamiento puede mejorarse con constancia y esfuerzo, y que hacerlo no solo evita causar daño, sino que también representa un ejemplo valioso para las nuevas generaciones.
Pedir perdón
“No se me ocurre mejor motivo para hacerlo que por ellos. Por un lado para no hacerles daño por nuestras carencias. Por otro, para darles ese ejemplo tan valioso de que todo con constancia, sacrificio y ganas se puede mejorar”, señaló.
Por último, Javier explicó que las heridas emocionales, como las grietas, permanecen aunque se intente repararlas. “Luego pedimos perdón, pero ese perdón llega un momento que no basta. No sirve si seguiremos igual. Esas grietas, como en la taza, quedan ahí y ya no se llena igual”, concluyó.



