Los humanos somos seres imperfectos por naturaleza. Cada persona está llena de fallos y aciertos que forman parte de su esencia y de la forma en que se relaciona con los demás. Tal como han señalado numerosos expertos en crecimiento personal en los últimos años, la imperfección no debe entenderse únicamente como un defecto o algo que corregir, sino como una oportunidad de aprendizaje y crecimiento.
Cometer errores es, en muchas ocasiones, la mejor manera de moldear nuestra personalidad y recordarnos el camino que queremos tomar en la vida. Además, reconocer nuestras limitaciones nos ayuda a vivir con mayor humildad, a dejar de lado el autocastigo y a mantener un diálogo interno más amable y sanador.

Un hombre reflexionando
A lo largo de los últimos días, el médico y experto en desarrollo personal Mario Alonso Puig ha compartido varias reflexiones relacionadas con lo anteriormente expuesto, las cuales han llamado la atención de sus millones de seguidores de todo el mundo. En su última publicación en Instagram, tomó como ejemplo el majestuoso monte Fuji y expresó que su serenidad nos enseña que la verdadera belleza no es perfecta, sino real.
''A veces buscamos la perfección sin darnos cuenta de que la belleza auténtica está en lo que simplemente es. En lo imperfecto, en lo real, en lo que se sostiene a pesar de todo. Como el monte Fuji en su inmensa serenidad'', señaló el especialista en el post de la plataforma de color rosa.
En otra publicación reciente, el autor de Vivir es un asunto urgente, El camino del despertar y Resetea tu mente: descubre de lo que eres capaz explicó que abrazar lo que somos, con nuestras luces y nuestras sombras, nos alivia, nos equilibra y nos transforma. Además, compartió con sus seguidores una ancestral expresión japonesa, Wabi Sabi, que se centra en la aceptación de la fugacidad, la imperfección y la belleza escondida.
La autoexigencia descontrolada lleva al aislamiento
Según explicó el escritor en otra de sus reflexiones, nos exigimos tanto en nuestro día a día que terminamos experimentando sentimientos como la vergüenza, la culpa o la angustia, que nos llevan a aislarnos de los demás y del mundo: ''Olvidamos algo esencial: nuestra humanidad también está hecha de imperfección''.
Aunque recalcó que querer mejorar como personas siempre resulta positivo, destacó la importancia de priorizarse y protegerse a uno mismo: ''Buscar crecer está bien, pero no a costa de sentirnos menos, porque cuando nos abrazamos tal como somos, empieza la verdadera transformación''.