El nutricionista Pablo Ojeda ha reflexionado en un video de TikTok sobre un fenómeno que muchos confunden con ansiedad: la sensación de hambre constante. Según Ojeda, “Si tienes hambre todo el día, incluso aunque hayas acabado de comer, puede ser porque tu glucosa no deja de subir y bajar como una montaña rusa”.
El desayuno es fundamental para equilibrar la dieta
Ajustar la alimentación para evitar la sensación de hambre constante
Pablo Ojeda explica que este fenómeno ocurre cuando los niveles de glucosa en sangre se disparan y caen rápidamente. “¿Tienes hambre todo el día aunque acabes de comer? Puede que no sea ansiedad, puede que sea tu glucosa subiendo y bajando como una montaña rusa”, señala. Esta inestabilidad provoca que el cuerpo pida constantemente energía, generando antojos, fatiga e irritabilidad.
Ojeda advierte que los desayunos poco equilibrados son un desencadenante habitual de estas subidas y bajadas bruscas de glucosa. “Si desayunas solo pan, café con leche y algo dulce, tu glucosa sube rápido pero igual de rápido cae, y ahí vienen los antojos, la fatiga, la irritabilidad, las ganas de picar algo...”, explica el nutricionista. Con el tiempo, esta dinámica puede contribuir a la acumulación de grasa sin que la persona se dé cuenta.
El nutricionista aclara que la solución no pasa por dejar de comer, sino por ajustar la composición de los alimentos que se consumen. “La solución no es dejar de comer, es aprender a preparar tu comida para que tu glucosa se mantenga más estable durante todo el día”, afirma.
Como ejemplo, recomienda un cambio simple en el desayuno que puede tener grandes resultados. “Por ejemplo, si en el desayuno cambias el pan por huevos y la fruta por frutos rojos, tu glucosa sube más lenta, se mantiene estable y no tienes hambre a media mañana”, señala. Este pequeño ajuste puede transformar la energía y el estado de ánimo durante toda la jornada.
Por último, el especialista recuerda que no se trata de trucos milagrosos, sino de ciencia aplicada a la alimentación. “Esto no es magia, es ciencia y puede marcar la diferencia en cómo te ves y cómo te sientes”, concluye. Con hábitos simples y conscientes, es posible controlar el hambre y mejorar la salud metabólica a largo plazo.