A lo largo de su trayectoria en redes sociales, la psicóloga María José Ortolá ha abordado numerosas cuestiones relacionadas con la salud mental, el bienestar emocional, el crecimiento personal y la autoestima, entre otros temas. Sin embargo, está especializada en trastornos de ansiedad, por lo que gran parte de su contenido se centra en esta afección.
Aunque ha explicado en múltiples ocasiones que la meditación es una forma natural y muy efectiva para aprender a dominar la ansiedad, en su última publicación de Instagram profundizó en el tema y compartió con su audiencia por qué todo el mundo debería practicar este tipo de ejercicios.
''La meditación no es simplemente cerrar los ojos o 'poner la mente en blanco'. Es una práctica que tiene efectos clínicamente comprobados en tu cerebro y en tu manera de relacionarte con lo que vives cada día. Cuando practicas meditación de forma constante, tu cerebro empieza a reestructurarse'', explicó la creadora digital en el post de la plataforma de color rosa.
Según Ortolà, al meditar aumenta la materia gris del cerebro, lo que potencia la memoria y favorece la aparición de emociones más saludables. También explicó que se fortalecen las conexiones entre ambos hemisferios, mejorando la toma de decisiones y la claridad mental.
María José Ortolà, psicóloga
Tras señalar que los ejercicios de meditación reducen la hiperactividad de la amígdala y, por ende, la reactividad emocional y el estrés, la experta explicó que la manera de gestionar las emociones se vuelve más estable: ''Aprendes a reconocer lo que sientes, a responder en lugar de reaccionar y a establecer límites más sanos''.
''En otras palabras: cuando meditas, no solo calmas tu mente, rediseñas tu cerebro y tu manera de estar en el mundo'', sentenció la creadora de contenido en el texto de la publicación, generando una oleada de comentarios.
''La ansiedad no es patológica''
En una entrevista reciente para La Vanguardia, la psicóloga explicó que la ansiedad, en su base, no es negativa ni patológica: ''Es una emoción básica, adaptativa, que nos prepara para responder ante el peligro. Todos la sentimos en determinados momentos: antes de una decisión importante, al hablar en público, etc. Esa ansiedad 'normal' aparece, cumple su función y se disipa. Pero cuando deja de ser puntual y se convierte en un estado constante o impredecible que interfiere en la vida diaria, en las relaciones, en el descanso o en el rendimiento, estamos ante algo más: un posible trastorno de ansiedad que necesita ser atendido''.
