El bienestar físico y emocional es uno de nuestros principales objetivos vitales. Tal y como ocurre con el cuerpo, el cerebro sufre las consecuencias del día, cada uno distinto del anterior. Tan pronto como nos despistamos, podemos sentir dolor, agotamiento, pulsaciones, ansiedad, nervios y muchas más afectaciones. El cuerpo debe estar limpio por dentro y por fuera, pero la mente también merece una atención especial.
Uno de los aspectos clave en este sentido es la depuración mental, además de mantener un equilibro con nuestras distintas rutinas habituales. Un elemento en el que se ha detenido Patricia Ramírez, más conocida como Patri Psicóloga en redes sociales. La divulgadora y experta en salud emocional rescataba, mediante un vídeo compartido en TikTok, los distintos tipos de personas que existen en el mundo, y cómo pueden distinguirse según la forma en la que comen.
“¿Eres de las personas que se dejan lo mejor para el principio de la comida o esperas al final? ¿Alguna vez te has preguntado por qué hay gente que devora primero lo que más le gusta? Yo. y otras que prefieren guardarlo para el gran final, mi amiga fina. Pues resulta que la psicología tiene respuestas curiosas para este fenómeno. Por un lado tienes a los hedonistas, yo, que en cuanto aparece en la mesa lo que más le gusta, van a por ello. Y arrasan con lo más sabroso desde el inicio del banquete”, aportaba.
“En cambio, también están los saboristas. Ralentizan, disfrutan, anticipan y se reservan lo mejor para el final. Esa espera hace que el broche sea aún más delicioso. Y esto fue demostrado en un experimento con sushi en Corea. Se daba a elegir entre tomar la pieza favorita al inicio o tomarla al final, de acuerdo a su perfil de disfrute. Pero además hay otro dato curioso. Escoger un postre como una tarta cremosa al principio, sí, elegirla antes de que llegue el plato principal, puede llevar a comer menos calorías en total”, añadía.
Más importante de lo que creemos
“O elegir comidas más saludables después. Es como si ese lujo inicial activara un freno interno que te hace optar luego por algo más comedido. Y por último está la regla pick-end. Solemos recordar y valorar más lo que pasa al final de la experiencia que lo que ocurre al principio. Si cerramos con un gran bocado, bueno, pues el recuerdo del festín, de la comida, de la experiencia, se queda como imborrable”, insistía.
“Yo soy de las que prefiero al principio, porque a veces me lleno con facilidad y luego digo, ¡ay, qué pena, ahora no me cabe!”, sentenciaba, separando el debate de la alimentación y trasladándolo al campo de la salud mental.