Hay momentos en los que, casi sin darnos cuenta, nos detenemos a mirar a los demás. A veces ocurre al observar un edificio con las luces encendidas por la noche, imaginando la vida que se esconde tras cada ventana. Otras veces surge al cruzarnos con un desconocido en el metro y pensar, por un segundo, en todo lo que podría estar ocurriendo en su mundo. Es una sensación difícil de explicar, pero profundamente humana, ya que nos hace darnos cuenta de que no somos los únicos que vivimos una historia.
En una sociedad donde el frenético ritmo de vida diario no hace más que prácticamente obligarnos a centrarnos en lo urgente de nuestro día a día, a veces olvidamos que a nuestro alrededor hay miles de personas sintiendo, pensando, soñando y enfrentando sus propios retos. Esa conciencia que a veces aparece, aunque suele ser breve, cambia por completo nuestra mentalidad y forma de pensar, al menos durante algunos instantes.
Por eso, cada vez son más las voces que intentan ponerle nombre a estas emociones que todos compartimos, pero que rara vez sabemos expresar. En ese esfuerzo han surgido nuevas palabras, nacidas fuera del diccionario tradicional, que buscan capturar sensaciones complejas y universales. Palabras que, aunque inventadas, nos ayudan a entender mejor lo que sentimos.
Todos nos creemos protagonistas, pero tú eres un extra en la historia de mucha gente
En uno de sus últimos vídeos de TikTok, la psicoterapeuta María Gómez explica que una de esas nuevas palabras es sonder, que representa “ese instante en el que te das cuenta que cada persona a tu alrededor tiene una vida interna tan rica y compleja como la tuya”. Según Gómez, este es un concepto que nos invita a salir del egocentrismo y recordar que, aunque a menudo nos vemos como los protagonistas de nuestra historia, también somos extras en la vida de los demás.
Como explicábamos anteriormente, sonder no es una palabra oficial ni de ningún idioma, sino un término creado dentro del llamado Dicionario de las Penas Oscuras (The Dictionary of Obscure Sorrows), un proyecto que inventa palabras para describir emociones complejas que todos experimentamos, pero no sabemos cómo expresar.

De vez en cuando pensamos en cómo será la vida de esas personas que nos cruzamos cada día en el metro o por la calle
Además de sonder, la psicoterapeuta menciona otros ejemplos del diccionario, como la extraña sensación de desear que ocurra un desastre solo para ver cómo reaccionarías, conocido como lachesism, o la frustración de saber que solo podrás vivir una pequeña parte de todo lo que el mundo tiene para ofrecer, al que se llama onismo.
El auge de este tipo de palabras no hace más que reflejar ese deseo constante que tenemos los seres humanos de encontrar sentido a lo que sentimos, sobre todo cuando no sabemos cómo explicarlo. Por eso conectamos con ellas, porque nos vemos reflejados, porque nos hacen sentir comprendidos y, sobre todo, porque nos recuerdan que no estamos solos en lo que sentimos.