Paula Orell, psicóloga: “Que algo sea raro no significa que sea malo, es señal de estar en un lugar nuevo y justo donde querías estar, aunque aún estés aprendiendo a estar allí”

AMOR SANO

La psicóloga analiza un caso real para explicar por qué muchas personas se sienten confundidas cuando, por fin, entran en una relación estable y sin ansiedad

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Paula Orell, psicóloga:

Paula Orell, psicóloga: “Que algo sea raro no significa que sea malo, es señal de estar en un lugar nuevo y justo donde querías estar, aunque aún estés aprendiendo a estar allí”

Sentirse bien no siempre es tan fácil de reconocer, sobre todo cuando lo que estás viviendo es algo totalmente nuevo y diferente a lo que conocías antes. Esta reflexión es la que comparte la psicóloga Paula Orell (@paulaorellpsico) en una de sus últimas publicaciones, basada en una experiencia real con una paciente.

Según relata, una paciente le confesó sentirse confundida tras alcanzar lo que siempre había deseado: una relación de pareja estable y tranquila. “Me decía: ‘Se supone que todo está bien, pero yo no estoy bien. Me siento rara y me cuestiono si realmente quiero a mi pareja. No entiendo nada, la verdad’”, explica Orell.

El desconcierto de lo sano cuando lo habitual era la ansiedad

“Estás justo donde querías estar, aunque aún no sepas cómo estar ahí”

Frente a esta inquietud, la psicóloga le hizo una pregunta clave: “¿Cuándo has estado antes en una relación estable?”. La respuesta fue clara: nunca. De ahí la confusión emocional. “¿Cómo no te vas a sentir rara si es tu primera vez en una relación así?”, argumenta Orell.

Para muchas personas, señala la profesional, la estabilidad emocional puede percibirse como algo “extraño” cuando el patrón previo ha estado marcado por relaciones inestables, dinámicas ansiosas o vínculos inseguros. En esos casos, la ausencia de ansiedad puede interpretarse erróneamente como falta de amor, cuando en realidad se trata de un nuevo tipo de amor, el amor seguro.

“Que algo sea raro no significa que sea malo”, afirma Orell. “Es sinónimo de algo nuevo, de algo diferente. Es señal de estar justo donde querías estar, aunque aún estés aprendiendo a estar allí”, añade.

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En ese proceso de adaptación a lo sano, es habitual que surjan dudas o incomodidad, precisamente porque el cuerpo y la mente aún no han aprendido a reconocer esa estabilidad como familiar. “Durante mucho tiempo has asociado ansiedad con amor. Ahora que no la sientes, crees que no sientes lo mismo. Y es verdad. De hecho, ya no sientes lo mismo. Ahora estás sintiendo amor sano”, explica.

Por eso, la psicóloga invita a dar espacio a ese nuevo vínculo, a no salir corriendo ante la sensación de rareza y a entender que es parte natural del cambio emocional. “Estás en la primera casilla. Continúa andando, que ya verás que vale la pena”, concluye.

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