Javier de Haro, psicólogo: “Si un día tendrías que elegir entre llevar a tus hijos al parque o ir a tomar algo con tu pareja, elige a tu pareja. No me malinterpretes, pero ellos necesitan ver amor”

BIENESTAR

A la larga, lo que verdaderamente queda en la memoria emocional de un niño no es cada tarde en el parque, sino el ambiente en el que creció

Javier de Haro

Javier de Haro, psicólogo 

A menudo, en medio de la rutina diaria y las responsabilidades familiares, la relación de pareja queda relegada a un segundo plano. El foco está, como es natural, en los hijos: su bienestar, su educación, sus momentos compartidos. Pero a veces se olvida que uno de los mayores regalos que puede recibir un niño es crecer en un hogar donde haya amor entre sus padres.

No se trata de elegir entre ser buenos padres o una buena pareja, sino de entender que una cosa nutre a la otra. Los niños no solo necesitan atención directa, también necesitan ver afecto, respeto, complicidad. Necesitan saber que el amor que los trajo al mundo sigue vivo y cuidado. Porque más allá de un día en el parque, lo que realmente deja huella es el ambiente emocional en el que crecen.

Así lo explica, a su vez, el psicólogo Javier de Haro en sus redes sociales. “Si un día tendrías que elegir entre llevar a tus hijos al parque o ir a tomar algo con tu pareja, elige a tu pareja. No me malinterpretes, por supuesto que lo más importante son ellos. Por supuesto que tenemos que intentar siempre compartir momentos con ellos, pero no nos podemos olvidar de nuestra pareja”. 

Cita pareja

Cita pareja

Xavier Arnau

Según su experiencia, los hijos necesitan un hogar feliz, necesitan ver risas, complicidad, amor, ver a sus padres felices... porque eso les va a dar tranquilidad, seguridad, paz y felicidad. “Y para eso, elegir también a tu pareja, elegiros de vez en cuando, es necesario. Y si no, piénsalo: este mes, ¿cuántas cosas has hecho con ellos? ¿Cuántas veces los has llevado al parque? ¿Y cuántas citas has tenido con tu pareja? Al final, a ellos no les va a importar, ni les va a crear ningún recuerdo más ese día de la semana, de la quincena o del mes, en que tú no lo llevas al parque y se queda con la abuela, con la canguro, o se queda a comer en el colegio, para que vosotros podáis tener esa cita”, apunta. 

Esto no significa, ni mucho menos, dejar de compartir tiempo con los hijos. Como bien aclara el psicólogo: “no estoy diciendo que no vayamos con nuestros hijos. Son lo primero. Lo más importante”. Pero también es necesario recordar que “debemos elegir a nuestra pareja en ocasiones. Y además, ¡¡¡a solas!!!”. No se trata de restar tiempo a los hijos, sino de ofrecerles un entorno emocionalmente sano, donde puedan crecer viendo amor, respeto y complicidad entre sus padres. “Es más fácil que un niño sea feliz cuando crece en un ambiente sano, en un hogar donde ve amor, ve risas, ve gestos, detalles, complicidad”.

Incluso los momentos difíciles pueden convertirse en aprendizajes si se tratan desde el respeto y el cuidado mutuo. Por eso, cuidar el espacio de pareja no es egoísmo, es responsabilidad afectiva. Y a veces, eso empieza por algo tan sencillo, y tan importante, como elegir tener una cita a solas.

A la larga, lo que realmente queda en la memoria emocional de un niño no es cada tarde en el parque, sino el ambiente en el que creció. “Sí, sí que se va a acordar y sí que le va a importar el tipo de relación que tenían sus padres: si había besos, si había amistad, si había amor, si había complicidad, si había felicidad”. Crecer en un hogar donde el afecto se expresa, donde hay ternura, donde se respira un vínculo real entre los adultos, deja una huella mucho más profunda que cualquier rutina. 

Familia

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Yuri Arcurs peopleimages.com

“Un hogar feliz, unos padres que se quieren y lo demuestran… eso sí que les va a importar y eso sí que les va a crear maravillosos recuerdos”. No se trata de fórmulas únicas, porque cada familia vive sus propias circunstancias, pero cuando es posible, “merece la pena”. Porque al final, elegir también a la pareja es una forma más de elegir a la familia.

“Así que, por supuesto, ellos son lo más importante, pero no te olvides de elegir también a tu pareja. Si nosotros estamos felices, ellos también lo estarán. Y es que no solo somos padres o madres, aunque eso sea lo más importante, también somos pareja, persona, amigo… y cuidar eso ayuda a ser feliz y a hacer feliz”, sentencia el psicólogo. 

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