Mel Robbins, experta en desarrollo personal: “Tu energía es tuya y cuando aprendes a no engancharte al drama de los demás y te enfocas en lo que controlas, recuperas claridad y bienestar”

BIENESTAR

Para Robbins, gran parte de nuestro cansancio, estrés y preocupación no vienen de lo que hacemos, sino de la energía que regalamos a los demás

The Mel Robbins Podcast

Mel Robbins

La escritora y conferencista Mel Robbins, conocida por sus charlas sobre hábitos y gestión de la mente, insiste en que el verdadero desgaste diario no proviene de las grandes responsabilidades, sino de los pequeños momentos en los que dejamos que lo externo robe nuestra calma. Gran parte de nuestro cansancio, estrés y sensación de no tener tiempo no viene de lo que hacemos, sino de la energía que regalamos a los demás: a sus opiniones, emociones, comportamientos o dramas.

“No tienes ni idea de cuánto tiempo y energía se pierde o se desvanece debido a los comportamientos de otras personas o a tus expectativas de cómo te gustaría que las cosas se fueran. Y una vez que empieces a notar todos estos pequeños momentos durante todo el día, es como una muerte por mil cortes”.

Ella lo presenta de una manera muy clara: ¿Quieres saber por qué estás demasiado cansado? ¿Quieres saber por qué estás preocupado? ¿Quieres saber por qué estás estresado? ¿Quieres saber por qué no tienes tiempo para ti mismo? Es debido al “poder que le das a otras personas, a las opiniones, a sus emociones o a su comportamiento inmaduro”. 

Mujer estresada

Mujer estresada

Milos Zivojinovic

La realidad es que muchas veces eres tú mismo quien convierte “a la gente en un problema de tu vida”. Y aquí, para Robbins, está lo triste: las personas deberían ser la mayor fuente de felicidad, conexión e inspiración. La clave está en desarrollar la habilidad de enfocarte en lo que sí puedes controlar y dejar que los demás sean como son. Cuando recuperas tu poder y decides centrarte en cómo respondes, “te sorprendes de cuánto tiempo y energía habías estado perdiendo, y también de que has permitido cosas estúpidas y los dramas de otros”. 

Y como entregamos energía a lo que no importa, nos volvemos vulnerables a cualquier distracción externa. Nuestra atención queda dispersa. “Porque hemos dado tanto poder todo el día. Porque aquí está la verdad”, apunta Robbins, a la vez que remarca que esa fatiga, estrés y falta de concentración no viene de algo “grande” en sí, sino de esa suma de pequeños momentos en los que cedemos nuestro poder. 

Robbins lo ejemplifica con algo muy sencillo y cotidiano: hacer fila en el supermercado. Todos hemos estado ahí, con mucha gente esperando y solo una persona atendiendo. En cuestión de segundos aparece la irritación y la ola de estrés. Y es justo en ese momento cuando, si reaccionas desde la queja o frustración, estás regalando “tu poder”. Porque no puedes controlar esa situación, pero sí como respondes. El problema es que, al engancharnos, terminamos pensando cosas como “esto es ridículo” o “yo lo haría mejor”, y caemos en un diálogo interno que nos desgasta más. 

En ese preciso instante has dado tu energía y para Robbins, solo tienes una elección: soltarlo. “Cuando dices, vamos a dejarlo, sientes inmediatamente una liberación. Es ahí cuando puedes decidir si irte del supermercado, quedarte, usar la espera como una práctica de paciencia y presencia, o aprovechar el rato para hacer algo que te nutra, como llamar a tu abuela, enviar un mensaje a un amigo o pensar algo importante”. Lo que quiere decir es que tienes mucho poder sobre cómo usas tu tiempo y tu energía, pero si te enganchas con el estrés, lo quemas en cosas pequeñas y luego lo arrastras el resto del día. 

Estrés en el supermercado

Estrés en el supermercado

Getty Images/iStockphoto

“Sentirás tu estrés activado y caminarás al trabajo cansado, estarás en una reunión también cansado o te molestarás por lo que dijo alguien... Y así estarás todo el día, durante mucho tiempo. Pero esto sucede porque no reconoces cómo esas cosas te están impactando”, apunta Robbins. La buena noticia, según ella, es que en el momento en que aprendes a soltar y a recuperar tu poder, dejas de desperdiciar tu energía en lo que no puedes controlar y comienzas a vivir con más calma, presencia y claridad.

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