A veces tenemos malos días o salimos del trabajo cansados, agobiados, de mal humor y sin ganas de hablar con nadie. Con este estado emocional llegamos a casa y nos encontramos con nuestra pareja, que, en un momento dado, si nos pregunta por qué estamos de mal humor, nos puede agobiar más y que ello sea el detonante para que empiece una discusión.
Situaciones como esta suceden infinidad de veces en parejas que conviven y que, por falta de algunas nociones de comunicación emocional, terminan discutiendo mucho más de lo que lo harían si implementasen pequeños cambios en situaciones como esta.
Sobre ello habla la psicóloga Paula Orell en una reciente publicación en redes sociales. En el vídeo, la experta en salud mental pone de ejemplo a una pareja a la que trata en consulta y describe un pequeño cambio que han incorporado en sus vidas para terminar con este tipo de discusiones que podrían evitarse.
Orell explica que un miembro de esta pareja llegó cansado y sin ganas de hablar a casa después de trabajar y que le contó que, en otro momento, si no hubiera seguido los consejos de la psicóloga, lo que hubiera hecho sería entrar sin decir nada o contestar de forma seca.
Sin embargo, la experta explica que hacer esto lo que provoca es que la otra persona se pregunte qué le pasa a su pareja y se plantee si puede existir un problema entre ambos. Entonces explica que la última vez que llegó cansado, este hombre le dijo a su pareja: “Cariño, estoy cansado, no me apetece hablar, pero no te preocupes porque no me pasa nada contigo”, explica.
Reacciones en redes
“Oye Paula, pues si conoces a otro paciente así, pero soltero, me lo presentas porfa”
Su pareja, le explicó a Orell, sintió aliviada y tranquila de saber que no estaba seco y sin hablar porque hubiera un problema entre ellos. Ambos hicieron un esfuerzo: él le comunicó lo que le pasaba para que ella estuviera tranquila y ella le dio a él espacio que necesitaba en aquél momento.