Milena González, experta en crianza: ''Si tienes un hijo de entre 10 y 12 años que parece enfadado todo el día, no te lo tomes a lo personal. Se trata de un cerebro que está viviendo una gran cantidad de cambios''
Una profunda reflexión
La psicóloga animó a los padres y tutores a respirar antes de reaccionar y a observar a los niños con empatía
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Milena González, psicóloga
La crianza es un desafío que, en muchas ocasiones, supera a padres y tutores. Lidiar con niños y adolescentes que están formando su personalidad mientras se enfrentan a un mundo de estímulos y relaciones sociales puede ser complicado. Por ello, diversos expertos, como Milena González, han decidido compaginar su labor en consulta con la divulgación en redes sociales.
Desde hace varios años, la psicóloga experta en educación infantil comparte consejos en internet para educar a su audiencia e intentar que padres e hijos puedan comunicarse de la mejor manera posible, evitando tensiones y dejando de lado dinámicas de castigo y violencia, tanto física como verbal.
Milena González, psicóloga
A lo largo de su trayectoria en el mundo de la divulgación, la experta ha insistido en que no existen los niños difíciles, sino temperamentos que aún no han sido comprendidos. Según su opinión profesional, vivimos en una sociedad acelerada que, en lugar de brindar la atención adecuada, busca un diagnóstico rápido, etiquetando y categorizando a los menores con facilidad.
En uno de los últimos vídeos que compartió en su cuenta oficial de Instagram, la especialista habló sobre la adolescencia y explicó a los padres que deben ser objetivos, sin dejarse llevar por la culpa ni la autoexigencia.
''Si tienes un hijo de entre 10 y 12 años que parece molesto cada vez que le hablas, que voltea los ojos como si estuviera harto de ti, que te responde entre dientes cuando le preguntas algo y que parece enfadado todo el día, no te lo tomes a lo personal. No es por ti. Se trata de un cerebro que aún está en desarrollo y viviendo una gran cantidad de cambios, un sistema nervioso que se abruma con facilidad. Está viviendo una transición entre quién era y quién está empezando a ser'', señaló la conferenciante.
González añadió que todo lo que está viviendo el niño hace que las conversaciones se conviertan en debates, ya que está probando su independencia y su capacidad de sostener una opinión diferente: ''Ese momento de conversación contigo es un espacio de ensayo para afirmar su identidad, su voz y su pensamiento crítico''.
Tierra de nadie
A modo de conclusión, Milena recalcó que, cuando un niño cumple once o doce años, inicia una etapa de confusión en la que se encuentra en tierra de nadie: no encaja del todo en el mundo infantil, pero tampoco tiene la madurez suficiente para considerarse mayor. Esta sensación genera inseguridad y desorientación.
Ante tal situación, la terapeuta recomendó a todos los padres y tutores respirar antes de reaccionar y recordar que todos fueron adolescentes: ''Pon límites claros, pero sin humillaciones. Reconoce y valida sus emociones, recuerda que sigue necesitándote para atravesarlas. Aunque a ti te parezca minúsculo lo que le pasa, muestra interés por sus sentimientos. Ayúdale a poner en palabras lo que siente y a reparar cuando se equivoca. Sé siempre un espacio seguro al que pueda acudir. Sé su ancla en medio de tanto cambio''.