La alimentación es un mundo lleno de curiosidades, misterios, descubrimientos y, sobre todo, platos deliciosos. Cada cultura tiene una forma distinta de comer, usando distintos ingredientes y métodos de elaboración. Sin embargo, algunos de ellos podrían comportar algún que otro problema a la hora de consumirlas. Una de las grandes cuestiones es la forma de conservarlos, especialmente si deben permanecer en el frigorífico o el congelador.
Sin embargo, no todos aguantan del mismo modo en cualquiera de estos dos electrodomésticos, llegando a provocar serios problemas en la salud de una persona si no se gestionan adecuadamente. Cristina Lora, experta en seguridad y tecnología alimentaria, estudiaba la cuestión en el podcast de Hábito Zero, usando como ejemplo el arroz, que cuenta con una bacteria incorporada que puede manifestarse si se mantiene refrigerado demasiado tiempo.
“Cuando hablábamos del boom del batch cooking no sé si te acordarás, yo hacía mucha insistencia en que depende del grupo de alimentos tenían que tener un tiempo dentro y fuera del frigorífico. Y con el arroz es un tema muy preocupante, porque una vez que se cuece en el frigorífico debería estar veinticuatro horas. Fin. Es decir, o tú lo consumes inmediatamente o, obviamente si te sobra, lo guardas en el frigo, pero veinticuatro horas”, recomendaba.
“¿Por qué? Te cuento, hay una bacteria que se llama Bacillus cereus. (…) tienes que entender que es una bacteria que se encuentra de por sí ya en el arroz. Entonces, ¿qué pasa? Que el arroz cuando está seco sin problema, pero cuando le añadimos agua, que ya capta humedad porque lo estamos cociendo, ese Bacillus cereus que estaba como dormidita ahí en el arroz se despierta. ¿Qué pasa? Que empieza a generar enterotoxinas, y son como una forma resistente y son unas toxinas”, decía.
Cuanto más lejos, mejor
“Al final cuesta mucho eliminarla, y cuanto más tiempo pase ese arroz refrigerado, más se reproducen. Entonces, si tienes la mala suerte que ahí hay un alto contenido de esa bacteria, que en microbiología lo llamamos unidades formadoras de colonia, pues podrías tener una intoxicación alimentaria. Y sí que es verdad que esto te puede llevar al hospital perfectamente, con una diarrea, fiebre, dolor estomacal”, sentenciaba.
“Y las diarreas si no se controlan llevan a deshidratación, y hay muchas veces que incluso te pueden llevar a la muerte. Y ya en grupos de riesgo ni te cuento”, sumaba. La nutricionista Isabel Viña también aportaba sus consejos sobre esta materia: “Hay dos opciones: la sacas y lo consumes frío, o mi opción preferida que es la vuelves a calentar porque parece que incrementa todavía un poco más la cantidad de esa fibra prebiótica, que es almidón resistente tipo 3”.


